Al pensar en la vida de un monje budista lo que suele llegar a la mente es un mundo silencioso, tranquilo y, para muchos, incluso aburrido. Pero Yogetsu Akasaka es un monje japonés que ha llegado para romper todos esos esterotipos y demostrar que el mundo espiritual no está peleado con elementos de la cultura popular, como la música y el beatboxing.
Akasaka es un monje que utiliza la tecnología y la música para conectar con más personas, no sólo con quienes ven el budismo como algo serio y lejano. Para crear sus piezas musicales, usa una consola para combinar y mezclar sonidos de beatbox con música y cánticos budistas.
En mayo de 2020, su video “Heart Sutra Live Looping Remix” se volvió viral y actualmente suma cerca de 2 millones 800 mil reproducciones. Se trata de una ejecución moderna de Akasaka de Heart Sutra, uno de los sutras más conocidos y populares, donde el monje mezcla repeticiones de sonidos y ritmos mientras realiza sonidos con su boca y canta los sutras budistas tradicionales.
En diversas entrevistas, Akasaka ha afirmado que el objetivo de su música y sus videos es ayudar a las personas a reducir el sufrimiento y aliviar el estrés, la ansiedad y el miedo. Para él es básico que la gente medite, por ello, busca que con sus mezclas las personas tengan un apoyo para alcanzar un estado mental ideal para la meditación y la conexión espiritual.
Antes de ser monje, durante su adolescencia Akasaka era músico y beatboxer y durante varios años viajó por el mundo como músico callejero, actividad con la cual se ganaba la vida en los países por los que pasó, entre los que destacan Estados Unidos y Australia.
En 2009, Akasaka empezó a combinar el beatboxing con toques vocales y luego agregó cánticos budistas a su repertorio musical. Luego decidió seguir los pasos de su padre y en 2015 se ordenó como monje budista zen.
Ya que la música siempre ha sido su pasión, en su etapa como monje decidió continuar con la creación musical, ahora enfocada en ayudar a las personas a mantenerse en el aquí y el ahora al alcanzar estados meditativos a través de sus sonidos.
Fue así como comenzó a utilizar una estación de bucle RC-505 y sus habilidades de beatboxing para combinar cánticos budistas acompañados de diversos instrumentos para crear sonidos relajantes.
Además de compartir sus creaciones en su canal de YouTube y otras redes sociales, Akasaka se ha presentado en una amplia gama de eventos, desde reuniones privadas hasta grandes festivales como el J-Wave Innovation World Festa que se celebra en Japón.
Ahora, además de compartir videos grabados con la interpretación de sus mezclas y cantos, el monje realiza transmisiones en vivo donde hace algo que se le da muy bien: improvisar, y algunas de sus piezas llegan a durar hasta 2 horas.
Sin duda, las creaciones de Akasaka redefinen los sonidos de los sutras y mantras, y son la entrada a un estado espiritual de conexión con el presente y con el ser interno que gracias a la intermediación de la música popular puede ahora llegar a muchas más personas.
Foto de portada: YouTube