Conocida comunmente como depresión otoñal o síndrome afectivo estacional, la astenia otoñal es la sensación de melancolía y desánimo que muchas personas experimentan cuando llega el otoño. Los síntomas son fácilmente reconocibles: apatía, decaimiento, insomnio y ganas inexplicables de llorar. Este padecimiento está asociado a que durante el otoño los días se vuelven más cortos, oscuros y fríos, afectando nuestro biorritmo y por ende nuestro estado emocional. Además, durante estas fechas comenzamos a sentirnos ansiosos por el año que está a punto de terminar.
La buena noticia es que según los expertos se trata de un padecimiento temporal que dura unos cuantos días o semanas, solamente mientras el organismo se adapta a la nueva estación. Sin embargo, debe tomarse en serio debido a que la depresión provoca una baja de defensas inmunológicas que al conjuntarse con los cambios climáticos propios del otoño podrían ocasionar graves estragos en la salud.
Por eso, te dejamos algunos consejos para evitar o superar la astenia otoñal: