Después de las dos increíbles superlunas de abril y mayo, este mes, en el cielo brillará la “luna de fresa”, que al igual que cada mes, será todo un espectáculo, y más aún porque esta vez ocurrirá un eclipse penumbral de luna. 

El nombre de esta luna se debe a que es la más cercana al inicio del verano y, para las tribus nativas americanas, su presencia en el cielo señalaba el inicio de la temporada para cosechar fresas silvestres. 

En el pasado, otras culturas bautizaron a esta luna con otros nombres; por ejemplo, en Europa la llamaban luna de miel, luna de aguamiel o luna llena rosa, mientras que en el hemisferio sur se le conocía como luna de roble, luna fría o luna de noche larga, ya que en esa parte del planeta se acerca la llegada del invierno durante su aparición.

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Pero aunque no se pinte de color ni tenga algún aspecto en particular, la luna llena siempre es un buen motivo para mirar hacia arriba y deleitar tu vista con su resplandor, que siempre está rodeado de magia y misticismo. 

Y además de disfrutar de la luna en todo su esplendor, entre la noche del 5 y la madrugada del 6 de junio tendrá lugar un eclipse prenumbral. La mala noticia es que en México no se podrá ver, pero sí será visible en gran parte de Europa, Asia, Australia y América del Sur. 

El eclipse penumbral ocurre cuando la luna entra en el cono de sombra que la Tierra crea al estar entre el sol y ella.