Para la doctora Patricia Chévez-Barrios la investigación, su pasión, la llevó a ser una de las especialistas mexicanas más aclamadas del mundo. Sus contribuciones científicas han sido especialmente importantes para la NASA, donde colaboró en estudios sobre los efectos del espacio en la visión de los astronautas.
La experiencia y el conocimiento de la doctora Chévez-Barrios como oftalmóloga y especialista en patología anatómica ocular en el Hospital Houston Methodist le ha dado reconocimiento internacional. En 2013, la NASA envió ratones a la Estación Espacial Internacional (EEI) para observar el impacto del espacio exterior en los diferentes órganos de estos animales. "Me llamaron para interpretar los hallazgos y profundizar en el estudio del impacto en los ojos de los ratones". La doctora explica que observaron los efectos del espacio exterior específicamente en la retina y el nervio óptico de los ratones.
La doctora indica que algunos de los astronautas tienen cambios en la refracción, motivo por el que existen diversos estudios sobre esto. "Observamos que algunos cambios son temporales, mientras que otros son permanentes, y nos gustaría saber por qué". Chévez-Barrios expresa su inquietud por averiguar si hay un efecto al entrar o salir de la atmósfera y cómo es el proceso.
Como cirujana especializada en oftalmología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Chévez-Barrios decidió ampliar sus horizontes y migrar a Texas, Estados Unidos, donde hizo su especialidad en patología clínica y anatómica.
La doctora hizo una especialización en oftalmología en el Hospital de la Ceguera, perteneciente a la Asociación para Evitar la Ceguera en México (APEC); "luego, me especialicé en cirugía del segmento anterior. Fue en este momento que decidí, formalmente, realizar más trabajos relacionados con la patología e ir al Baylor College of Medicine (BCM) para una especialización en patología ocular". Después hizo 2 años de estudios sobre la retina y comenzó a trabajar en el Hospital Houston Methodist, que en ese momento era el hospital de enseñanza para BCM.
Durante los últimos años, Chévez-Barrios realizó importantes contribuciones en el campo de la patología ocular, especialmente en el tema de retinoblastoma, "un tumor que se desarrolla en las retinas de los niños". A principios de la década del 2000 estos estudios fueron pioneros en la introducción de la terapia génica en los ojos de los niños con retinoblastoma. Junto con su equipo, Chévez-Barrios creó el Centro de Retinoblastoma de Houston (RCH) en conjungo con el Hospital Houston Methodist y otros centros de renombre (BCM, Texas Children’s Hospital, MD Anderson Cancer Center) para tratar a niños con retinoblastoma y ofrecer las mejores opciones de tratamiento con un equipo multidisciplinario en el Texas Medical Center.
El RCH es virtual, lo que permite a los pacientes ir al hospital más cercano y recibir la mejor atención de esos lugares o ir a otro lugar que forme parte de la red y en el que esté disponible el tratamiento que necesitan. La doctora explica:
En el Hospital Houston Methodist, supervisamos la patología del tumor, hacemos investigaciones celulares, modelos preclínicos y estudios sobre diferentes tipos de tumores para comprender cuáles son los más agresivos y por qué. Hemos visto pacientes de todo el mundo porque el retinoblastoma en Estados Unidos tiene una tasa de mortalidad del 2%, mientras que, en otros países, como China y África, la tasa de mortalidad es de alrededor del 78%.
Para Chévez-Barrios, ser mexicana es una gran responsabilidad, ya que siempre busca honrar a México, a las instituciones y especialmente a las personas con las que se capacitó. Por ello, apoya continuamente a los estudiantes mexicanos que desean ampliar sus estudios en el extranjero: "Nuestro campo de patología ocular es único y somos muy pocos en todo el mundo, por lo que esto me inspira a continuar mi trabajo de enseñanza e investigación". La doctora expresa que busca transmitir su pasión y pasar la estafeta a las generaciones futuras.