Los cigarros electrónicos han ganado popularidad en los últimos años, pues se han convertido en la opción para las personas que quieren dejar de fumar o para quienes no quieren dejarlo, pero buscan una alternativa menos dañina que los cigarros convencionales.

El uso de estos dispositivos genera opiniones divididas, ya que por un lado están quienes afirman que son más seguros y menos dañinos que los cigarrillos tradicionales, y por el otro, quienes aseguran que son igual o hasta más dañinos, debido a las sustancias químicas que contienen.

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Además, y más allá de los daños que puedan ocasionar las sustancias que contienen, los cigarros electrónicos también implican riesgos para la integridad. Prueba de ello es el caso ocurrido en marzo del año pasado en una pequeña ciudad de Nevada, en Estados Unidos, donde un joven de 17 años se encontraba fumando su cigarro electrónico, cuando éste explotó dentro de su boca y le ocasionó graves lesiones.

Sus padres, horrorizados al verlo lleno de sangre, con los dientes rotos y con lo que parecía ser un agujero en su mandíbula, recorrieron más de 400 kilómetros para llevar a su hijo al hospital pediátrico de Utah, donde fue atendido y se recuperó satisfactoriamente.

El chico tuvo una fractura importante en su mandíbula inferior, incluida una pieza de 2 centímetros que había explotado y que faltaba, y también perdió varios dientes. Los cirujanos tuvieron que ponerle una placa debajo de la encía para reconstruirla.

Este suceso es uno de cientos que han ocurrido en los años previos. De acuerdo con un reporte de BMJ, se calcula que entre 2015 y 2017 ocurrieron alrededor de 2 mil explosiones de cigarros electrónicos tan sólo en Estados Unidos.

El informe también indica que los cigarrillos electrónicos, comúnmente alimentados por una batería de iones de litio, podrían sobrecalentarse hasta el punto de incendiarse o explotar, un fenómeno conocido como fuga térmica. 

Esto puede ser causado por defectos del producto, o por un cortocircuito de la batería que podría ocurrir cuando están en contacto con objetos metálicos, como llaves o monedas, que es común llevar en los bolsillos junto con el cigarrillo.

“Las personas deben saber antes de comprar estos dispositivos que existe la posibilidad de que exploten en su bolsillo, o incluso en su cara mientras los usan”, explica la doctora Katie Russell, directora médica de traumatología del centro hospitalario de Utah, que trató las heridas del joven.

En otros casos recientes, en febrero de este año, un hombre de Texas murió después de que su cigarro electrónico explotara y sus fragmentos atravesaran su arteria carótida. Y en 2018, un caso similar ocurrió en Florida, después que un hombre murió a causa de un trozo del cigarrillo que explotó y atravesó su cabeza. 

Por estas razones, lo ideal es que no fumes o que dejes de hacerlo si tienes ese hábito. Y en caso de que consideres el uso de cigarros electrónicos, debes ser muy cuidadoso en seguir las instrucciones proporcionadas por el fabricante y tener todas las consideraciones que se suelen tomar en cuenta con los dispositivos que utilizan baterías recargables de litio.