¿Sabías que las mimosas son originarias de España y reciben su nombre por el parecido con las flores amarillas cuya forma granulada recuerda la textura burbujeante del champán?
Para preparar una mimosa tradicional, sólo hay que combinar una parte de champán con una parte de jugo de naranja, de preferencia natural. Pero hay personas que las prefieren con más champán o con más jugo y sólo un pequeño toque de la bebida.
Independientemente de cómo las prefieras, hay una forma muy sencilla de darles un toque diferente y un chispazo de sabor. Checa los siguientes tips y obtén ideas muy refrescantes para darles un twist a tus mimosas.
Para los días más calurosos, puedes poner a congelar champán en un molde para hacer cubitos de hielo y agregarlos a tu mimosa. Si prefieres una bebida ligera, la opción es sustituir el champán líquido por el congelado y agregar la cantidad de cubitos que prefieras. Y si lo tuyo es disfrutar de una mimosa más fuerte, agrega los cubitos además del champán líquido.
Si además buscas darle un sutil toque de sabor a tu mimosa, puedes agregar trozos de tu fruta favorita a los cubitos que vayas a congelar. Prueba con fresas, kiwi, uvas, moras, y decide cuál es la combinación ganadora para ti.
Otra opción es poner a congelar jugo de diferentes frutas en los moldes para cubitos de hielo. Lo ideal es que prepares el jugo natural con fruta fresca. Elige la que sientas que se lleva mejor con el jugo de naranja y disfruta de una mimosa con un toque frutal distinto.