La temporada de calor está en pleno apogeo y con ella llega la necesidad de protegerte para cuidar tu salud, y también debes poner atención para que tus mascotas no sufran las consecuencias de exponerse de manera prolongada a condiciones extremas de calor.
Al igual que las personas, los perros y gatos corren el riesgo de sufrir insolaciones y quemaduras solares, y si su temperatura corporal se eleva demasiado pueden sufrir golpes de calor, que incluso pueden poner en riesgo su vida.
Para evitar todo esto, te damos cinco consejos para proteger a tus mascotas en esta época del año.
Beber agua es la forma en la que los animales alivian el calor de forma instintiva. Por eso es importante que tengan un recipiente con agua fresca y limpia, de modo que puedan tomarla cada vez que sientan sed. El líquido debe cambiarse todos los días para evitar la proliferación de bacterias y mosquitos.
Si salen a pasear lleva contigo una botella con agua y un recipiente para darle de beber, y si quieres ayudar a los animales sin hogar, puedes colocar un recipiente con agua afuera de tu casa.
Esta temporada es ideal para bañar a tu perro con agua fresca, para ayudarle a mitigar el calor y porque el clima permite que su pelo seque más rápido. En el caso de los gatos, sólo deben bañarse con agua si están acostumbrados a hacerlo; si no es así, puedes usar espumas de lavado en seco para mantener limpio su pelaje y evitar las pulgas y garrapatas.
Los perros y gatos no poseen la capacidad de regular su temperatura a través del sudor, lo cual los hace susceptibles a sufrir un golpe de calor si se encuentran en un ambiente caluroso y sin ventilación.
Por este motivo nunca deben permanecer dentro de un coche, mucho menos si se encuentra bajo el rayo del sol y con las ventanas cerradas, ya que la temperatura se eleva mucho más que en el exterior y su temperatura corporal sube demasiado. Esto les ocasiona deshidratación y sofocación, que pueden resultar mortales.
Aunque el pelaje de los animales los protege de la radiación solar, la exposición prolongada al sol directo puede ocasionarles quemaduras cuando el calor es más intenso.
Las áreas desprotegidas, como el hocico en los perros y las orejas en los gatos, son especialmente sensibles a heridas de este tipo. Debes tener cuidado con los animales que presentan despigmentación en la nariz, donde es muy fácil que se formen heridas por quemadura. Por ello, deben estar dentro de casa o contar con suficiente sombra si están en exteriores.
El asfalto se calienta en exceso al estar en exposición prolongada al sol. Tú no percibes esa alta temperatura debido al calzado que usas, pero los animales tienen las almohadillas de las patas expuestas todo el tiempo, y pueden sufrir quemaduras. Por esta razón, los paseos deben realizarse por la mañana, antes de las 11:00 horas, o después las 18:00 horas, cuando empieza a ponerse el Sol.
Finalmente, recuerda estar al pendiente del comportamiento y el aspecto físico de tu animal de compañía, ya que algunos síntomas pueden indicar que está sufriendo por el calor. Respiración ronca, encías rojas y brillantes, jadeos y salivación constantes, piel más caliente de lo normal y tropiezos, pueden ser indicios de un golpe de calor. Si detectas uno o más de ellos, llévalo al veterinario para que nivele su temperatura y evites que su vida esté en riesgo.
Con información de Adoptare
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