Aunque las mascotas requieren las mismas cosas que los humanos para tener una buena salud ósea (calcio, vitamina D, fósforo y ejercicio, entre otros), necesitan estrategias muy diferentes para satisfacer esas necesidades.

La salud ósea ha mejorado mucho para los perros en todos los ámbitos, según el doctor Felix Duerr, ortopedista de animales pequeños y medicina deportiva de la Facultad de Medicina Veterinaria y Ciencias Biomédicas de la Universidad Estatal de Colorado. "Esto solía ser un problema muy común cuando no existía buena información nutricional para los dueños de mascotas", dice Duerr; "Ahora, la mayoría de las personas las alimentan con dietas de alta calidad. La nutrición, y la salud ósea como resultado, han mejorado de manera espectacular".

Duerr señala que hay muchos tipos de perros para cuyos dueños la salud ósea debería ser una preocupación y un foco de atención. Esto incluye perros en crecimiento y razas grandes que son más propensas a trastornos óseos del desarrollo y osteoartritis, los cuales pueden ser debilitantes para cualquier can.

El cuidado del sistema óseo y muscular

El cuerpo de los animales de compañía puede cumplir funciones como protección de órganos, desplazamiento y ejercicio, por lo que su sistema óseo y muscular debe estar sano (lo contrario puede impactar negativamente la salud general de tu perro). Los expertos en alimentación Full Trust comparten información para conocer más sobre la composición ósea de las mascotas:

• Para empezar, es importante que sepas que el esqueleto es el marco óseo del cuerpo de todo animal vertebrado y provee forma y una estructura firme para que los amigos peludos puedan movilizarse. Los huesos están conectados entre sí por los ligamentos y los músculos se encuentran unidos a los huesos por los tendones.
   
• El sistema esquelético está compuesto por numerosos tipos de huesos que se clasifican según su forma y función:
  • Huesos largos: se caracterizan por su forma alargada y cilíndrica y se encargan de soportar el peso del cuerpo de los animales y ayudar con el movimiento. En esta categoría entran el fémur, la tibia y el peroné, entre otros.
  • Huesos cortos: proporcionan estabilidad y un movimiento pequeño en las articulaciones principalmente del tobillo y la muñeca. Los huesos del carpo, tarso y vértebras son ejemplos de este grupo.
  • Huesos planos: su forma es aplanada y ancha. Protegen a los órganos internos del cuerpo, como el cerebro y el corazón. En esta categoría se ubican los huesos del cráneo, la cadera, las costillas y el omóplato.
     
• La columna vertebral es la parte central del esqueleto y se compone de vertebras, cuya función principal es proteger a la médula espinal de posibles lesiones o una potencial parálisis. También proporciona un punto de fijación a las costillas.
   
• Las costillas son huesos planos y curvos que en conjunto forman la caja torácica y protegen a los órganos internos que se encuentran dentro de ella, como el corazón, el hígado y los pulmones.
   
• Las extremidades delanteras y traseras, formadas por huesos como escápula, radio, cubito, fémur, tibia, peroné y huesos de las patas, son las encargadas de la locomoción y de formar la estructura ósea de rodillas, muslos, cadera, hombros y antebrazos.

¡Cuídalos!

Para mantener los huesos y articulaciones saludables es necesario vigilar los siguientes aspectos:

• No sobrealimentar en los primeros meses de vida, ya que esto puede ocasionar que se desarrolle displasia de cadera o de codo o malformaciones. Si bien el factor genético hereditario es el desencadenante de estos padecimientos, los factores externos precipitan su aparición, como en la obesidad por sobrealimentación.
   
• Evita el exceso de ejercicio. Durante su etapa de crecimiento los cachorros necesitan liberar grandes cantidades de energía, pero hay que ser precavidos con la cantidad de ejercicio, pues al estar en crecimiento, su esqueleto aún está inmaduro como para soportar el impacto de un ejercicio intenso. Con 30 minutos de paseo al día es suficiente, y en casa puedes mantenerlos ocupados con juguetes. Lo mismo pasa con un perro en etapa senior: someterlo a hacer ejercicio rudo o en exceso podría ocasionar un desgaste en sus huesos y articulaciones y provocarle dolor.
   
• Enfermedades por mal control de vitamínicos y minerales. Aquí entra el exceso de calcio, que puede originar enfermedades óseas. Por el contrario, un déficit de este nutriente y algunos otros como vitaminas A, D y E puede producir raquitismo, el cual se caracteriza por extremidades arqueadas, deformaciones pélvicas y curvaturas en la columna vertebral. Por otra parte, un desbalance en los niveles de calcio y fósforo puede generar osteoporosis, es decir, pérdida en la densidad ósea, y derivar en huesos débiles y riesgo de fracturas de alto grado.

Por ello es vital que tu mascota lleve una dieta con alimento 100% completo y balanceado, el cual le provee todos los nutrientes que necesita para su óptimo desarrollo y crecimiento, en las cantidades adecuadas y de acuerdo a su etapa de vida. No es necesario añadir suplementos a su dieta. Lo ideal es basarte en las tablas de especificaciones del empaque de su alimento para darle las raciones adecuadas.

Aunque algunas enfermedades óseas tienen una predisposición genética, un estilo de vida preventivo reduce las posibilidades de que se desarrollen. Recuerda que una óptima nutrición, ejercicio diario moderado y momentos de juego contribuirán a que tu mascota tenga la calidad de vida que merece.

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