La temporada de vacaciones está cada vez más cerca. Cuando tienes perros y no pueden ir contigo a todos los viajes, la alternativa más confiable es encargarlos con algún amigo o familiar que se lleve bien con ellos, ya sea para que se los lleven a su casa mientras no estás o para que vayan a la tuya y se encarguen de alimentarlos, sacarlos al baño, llevarlos a pasear y jugar con ellos.
Si esta vez no cuentas con esa opción, otra alternativa es llevarlos a un campamento, guardería u hotel para mascotas, pero antes de llevarlo a alguno es importante que los conozcas y analices, para elegir el mejor lugar para tu can.
Considera las distntas alternativas que hay, ya sea una pequeña guardería habilitada en una casa, un campamento canino ubicado en un terreno con grandes espacios al aire libre, o un hotel especial para perros, con distintas opciones de hospedaje para uno o varios animales. Lo mejor es que empieces a buscar con suficiente tiempo de anticipación, pues en temporada vacacional, estos lugares llegan a saturarse.
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El primer paso es pedir recomendaciones a las personas que conoces y en quienes confías, como amigos o familiares que han dejado a sus perros en lugares así, el veterinario que atiende a tus mascotas o quienes le cortan el pelo.
Una vez que tengas una lista de recomendaciones, busca sus páginas de internet o sus redes sociales. Fíjate en su descripción, en los servicios que ofrecen y en sus fotos, pero sobre todo checa los comentarios y opiniones que dejan las personas que han recurrido a sus servicios. Esto te ayudará a descartar algunos de los lugares.
Cuando tu lista se haya reducido, comunícate directamente con ellos para conocer sus tarifas, ubicación y para saber si pueden atender los casos específicos de tus perros; por ejemplo, si necesitan algún cuidado o atención especial, si toman medicamento, si su carácter les impide convivir con otros perros, etcétera.
Cuando tus opciones se hayan reducido a unas tres, visita los lugares personalmente para verificar que sus instalaciones sean adecuadas y no haya riesgo de que tus perros se escapen.
Fíjate en la limpieza del lugar y en el aspecto y ánimo de los perros. Todo debe estar limpio y en orden, con agua fresca y limpia disponible todo el tiempo, y los huéspedes deben lucir bien y felices. También observa cómo interactúa el personal con los canes.
Infórmate sobre sus rutinas diarias; pregunta si los perros salen a pasear a la calle (si lo hacen y prefieres que el tuyo no salga, díselo a los encargados), si están todo el tiempo dentro del lugar, si cuentan con patios, jardines o áreas amplias de esparcimiento, si hay áreas separadas para perros con alguna necesidad especial (poco sociables, viejitos, discapacitados), a qué hora se les da de comer, dónde duermen y todo lo que consideres necesario para el bienestar y comodidad de tus perros.
Algunos lugares cuentan con cámaras mediante las cuales puedes ver a tus perros desde la computadora o el celular, mientras que en otros te mandan fotos diariamente para que veas cómo se encuentran tus mascotas. Decide si estos extra te pueden dar más tranquilidad y considera qué tanto elevan el precio.
Es indispensable que el lugar cuente con un veterinario de cabecera y que tenga vigilancia permanente –día y noche– para que los animales estén siempre seguros. Además, es importante que te soliciten la cartilla de vacunación y el comprobante de desparasitación vigente de tus perros, porque eso significa que a los demás huéspedes también se los pidieron, lo cual reduce el riesgo de contagios.
Cuando por fin elijas el lugar donde tus canes permanecerán durante tu ausencia, deja tus datos de contacto y el número telefónico de alguien de confianza que se encuentre lo más cerca posible del lugar, para que pueda acudir en caso de que se presente algún incidente o emergencia.
Proporciona toda la información relevante sobre tus perros, de modo que puedan tratarlos de forma adecuada, según sus necesidades y temperamento.
Lleva su alimento e indica la cantidad que deben comer. Si toman algún medicamento, también llévalo junto con sus instrucciones. Y para que no extrañen tanto su hogar, puedes llevar su cama o la manta que más les guste y su juguete favorito.
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