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5 actitudes que indican que estás sobrerreaccionando

Mayo 08, 2018

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El mundo exterior constantemente nos bombardea con estímulos intensos que pueden impactar el estado de ánimo a niveles estresantes. Desde factores naturales y sociales o relaciones directas con otras personas, hasta con los propios pensamientos. Nadie está exento de sentirse abrumado por la cantidad de tensión acumulada a lo largo de 1 día, 1 semana, 1 mes o 1 año, pero de lo que sí se puede estar exento es de las reacciones negativas que puedan experimentarse.

 

Una de las más usuales es la sobrerreacción, que se manifiesta de muchas maneras y, en resumen, significa reacciones desbordadas (en ocasiones agresivas) que producen fricciones y tensión por la dificultad para controlarse. El problema con sobrerreaccionar es que la mayoría de las veces no es fácil darse cuenta, ya que la conciencia se nubla a causa de las emociones alteradas. No obstante, hay algunas actitudes que dan la pista de una posible sobrerreacción. Aquí las cinco más comunes:

 

1) Tus discusiones terminan en pelea. Con frecuencia, cada vez que tienes una discusión o desacuerdo con alguien, las cosas suben de tono y terminan en peleas verbales en las cuales tratas de imponer tu argumento a como dé lugar, quizá sin escuchar lo que la otra parte tiene que decir. Hay que hacer la diferencia fundamental entre una discusión y una pelea: se puede discutir por horas sin necesidad de levantar la voz ni tratar de llevar la contraria, pero en una pelea, la tensión es tan alta que incluso puede haber pequeñas muestras de agresión o de pérdida de control.

 

2) Sientes los argumentos como ataques. En las discusiones o debates, constantemente te sientes atacado o piensas que la otra parte sólo busca descalificar tus argumentos. No es difícil identificar cuando alguien realmente quiere imponer sus ideas; sin embargo, has notado que ese pensamiento de sentirte atacado es frecuente.

 

3) Piensas que todos miran tus errores. Es común que una persona que tiende a sobrerreaccionar piense que todo mundo está al pendiente de sus acciones para que, en cuanto cometa un error, sea el momento justo para reclamarle. Evidentemente las cosas no funcionan así, pero parte de la sobrerreacción es sentir la amenaza constante. Esto genera estar siempre “a la defensiva” y listo para recibir el ataque. El resultado es que se vive con un incesante estrés.

 

4) Te asustas/alteras con facilidad. Debido a que tu cuerpo está tenso la mayoría del tiempo y “en guardia”, es probable que a la menor provocación y sin motivo aparente te asustes o enojes de manera abrupta. Pese a que es normal reaccionar así en momentos de estrés, lo que no es normal es estar estresado todo el tiempo. Esto también incluye sentimientos de frustración que desembocan en llanto inesperado.

 

5) Después de una discusión, sientes arrepentimiento. Al momento de las reacciones alteradas, la parte consciente pasa a un segundo plano y sólo después de que pasó el arranque te das cuenta de que tal vez dijiste o hiciste cosas imprudentes que no la situación no ameritaba y por consiguiente, experimentas sensaciones de culpa y arrepentimiento constantemente.

 

Si te identificas con uno o más puntos, es posible que tus emociones dominen tu parte racional en momentos de tensión. Pero no te preocupes, ya que existen muchas técnicas, sobre todo de respiración y meditación que puedes aplicar para disminuir las reacciones negativas. Por ejemplo, aquí encontrarás varios tips para tranquilizar por completo tus reacciones en menos de 10 minutos y así mirar con nueva perspectiva el desafío que se te presenta. ¿Te has sentido identificado? ¿Cómo haces para recuperar el control? ¡Compártenos tus métodos más efectivos!

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