La salud emocional consiste en lograr tener una relación sana con nosotros mismos y un adecuado manejo de nuestras emociones. Ojo: esto no significa que logremos controlarlas por completo sino que aprendemos a expresarlas y darles lugar de manera asertiva y positiva, evitando que nos dañen o dañen nuestras relaciones. El cuidado emocional es un hábito de salud que debemos practicar diariamente.
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Así como cada quien tiene una rutina de cuidado físico distinta, cada uno debe desarrollar la rutina de cuidado emocional que más le sirva o con la que se sienta más cómodo. Sin embargo, estos son cinco tips que debemos tomar en cuenta para comenzar a cuidar de nuestras emociones.
1. No reprimas tus emociones, dales el lugar que les corresponde
No podemos evitar estar tristes o sentir enojo de vez en cuando. Reprimir las emociones negativas no es saludable ni recomendable, al contrario; lo ideal es darles el lugar y la dimensión que les corresponden. No podemos racionalizar nuestras emociones, sentimos lo que sentimos y no lo podemos evitar, pero sí podemos saber qué tan importante es eso que sentimos, si vamos a dejar que ocupe el centro de nuestras vidas o lo vamos a dejar pasar.
2. Refuerza tus vínculos con tus seres queridos
No hay nada mejor para el cuidado emocional que el amor y la compañía de las personas que amas y que te aman. No pierdas el contacto con tus seres queridos; búscalos y hazles saber lo importantes que son para ti. Cultiva relaciones sanas basadas en el respeto mutuo y aléjate de las personas tóxicas y destructivas.
3. Juega
El juego incentiva la creatividad, estimula la atención consciente y combate el estrés. Muy pocos adultos juegan como parte de su rutina diaria, y se pierden de sus múltiples beneficios relajantes. No importa si se trata de juegos de mesa, videojuegos o incluso algún deporte; busca la manera de seguir en contacto con esa parte de ti que aún quiere jugar.
4. Manténte en contacto con la naturaleza
El contacto con la naturaleza tiene enormes beneficios en la salud emocional: ayuda a calmar la ansiedad, es relajante y desestresante y nos permite poner en orden nuestras ideas y darle una perspectiva realista a nuestros problemas. Procura realizar caminatas frecuentes en entornos naturales, solo o acompañado.
5. Medita
La meditación es una de las prácticas de entrenamiento mental y espiritual más poderosas que existen. Hay muchos tipos de meditación y seguramente alguno se adapta a tu personalidad y necesidades. Lo único que necesitas es ser constante en tu práctica de meditación para comenzar a ver los enormes cambios en tu bienestar físico y emocional.
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