Nuestro mayor enemigo somos nosotros mismos. Si crees que no eres lo suficientemente bueno para lograr lo que te propones jamás lo harás. Tener fe en ti mismo es el primer paso para lograr cualquier cosa, incluso cuando pareciera que todo está en nuestra contra, nosotros debemos de permanecer de nuestro lado. Es cierto que todos dudamos de nuestras capacidades algunas veces,  pero cuando los pensamientos negativos se vuelven recurrentes debemos ponerles un alto. Recuerda que basta que tu cerebro crea que algo es verdad para que se convierta en verdad, si te convences a ti mismo de que fracasarás entonces ya fracasaste aún sin haberlo intentado. Una cosa es ser capaces de la autocrítica y otra muy distinta tender hacia la autodestrucción. Si estás pasando por uno de esos momentos en que los pensamientos negativos se apoderan de ti, te decimos qué puedes hacer:

1. Hazlo consciente. Cuando empieces a juzgarte y criticarte, presta a atención y repite, incluso en voz alta las cosas negativas que estás pensando sobre ti mismo. Una vez que las repites conscientemente e incluso que las escuches verás como no tienen nada que ver contigo e incluso te parecerán exageradas y absurdas.

2. Ponle nombre a tus pensamientos. Por ejemplo, si intentas conseguir empleo y justo antes de una entrevista comienzas a angustiarte, ponle nombre a esa angustia, di: "aquí esta de nuevo el pensamiento no lo voy a lograr, espero que se pase pronto". Tu cerebro entenderá que es sólo un pensamiento y no una realidad.

3. Trata de "ver" tus pensamientos en lugar de representarlos. Cuando te asalte la inseguridad y las dudas trata de imaginar que esos pensamientos pasan frente a ti y respira. Mientras los observas repíteles que son inofensivos, tú los creaste y no pueden hacerte daño ni volverse reales si tú no se los permites.

4. Conviérte tus pensamientos en "cuentos". Cada vez que estés teniendo pensamientos negativos conviértelos en historias. Di, por ejemplo, "había una vez un muchacho preocupado por...". La idea es que tu cerebro entienda que se trata de ficciones que no son reales. Ver lo que te preocupa como un cuento lo neutraliza.

5. Aférrate a lo real. Las dudas son amenazadoras porque siempre pueden volverse ciertas, pero si te enfocas en lo que ya sabes que es cierto en lugar de fantasear te sentirás mucho más tranquilo. Si lo que otros puedan pensar de tu trabajo o de tu persona te hace sentir inseguro, repítete las cosas sobre ti mismo de las que sí estás seguro: "soy organizado", "soy responsable", "soy bueno resolviendo problemas", etc.

Todas estas técnicas son efectivas pero sólamente funcionan si eres capaz de confiar en ti mismo. Tu mente podrá ponerte trampas muchas veces, pero si crees en ti mismo las usarás a tu favor para crecer.