Muchas veces empezamos algo pero no lo terminamos, es decir, nos quedamos “atorados” en alguna parte del proceso, lo cual impide que podamos cosechar los frutos y aprendizajes que trae el finalizar un ciclo. Algunas personas parecen ser mejores que otras para cumplir sus objetivos. Todos conocemos a alguien que se pone una meta y la alcanza, e incluso puede ser que hayamos sentido envidia de su capacidad “ganadora”. Sin embargo, las personas que terminan lo que empiezan y cumplen sus objetivos saben que no es necesario poseer habilidades sobrenaturales para tener éxito. En realidad, se trata más de pensar estratégicamente y trabajar con constancia a pesar de las adversidades. En otras palabras, todos podemos aprender a completar procesos y alcanzar nuestras metas.
1. Plantéate un objetivo
Lo primero que necesitas es poder aterrizar esas ideas que tienes en un objetivo concreto y cuantificable, ya que si no sabes lo que quieres, difícilmente podrás alcanzarlo.
2. Establece una línea de tiempo
Es importante que pongas fechas límite para cada parte del proceso; esta es una manera de concentrar tanto tu intención como tu energía. No desdeñes la importancia de tener un calendario y de seguirlo.
3. Planea estratégicamente
El aspecto táctico implica que puedas subdividir tu plan de acción en pasos más pequeños o incrementos graduales. Por ejemplo, si tu plan es terminar una carrera de 10 kilómetros para la próxima primavera pero actualmente sólo corres 1, podrías plantearte como primer objetivo correr 2 kilómetros.
4. Detecta posibles obstáculos
Tarde o temprano, todos debemos enfrentar obstáculos o contratiempos externos. Además, lograr nuestros objetivos también implica enfrentarnos con aquellos hábitos o partes de nosotros que sabotean nuestros esfuerzos. Entre más consciente estés de estos elementos, mejor preparado estarás para abordarlos y tus posibilidades de éxito se incrementarán.
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5. Concéntrate en el proceso, no aspires a la perfección
Muchas veces dejamos las cosas a la mitad porque no soportamos la frustración que nos causa que no todo nos esté saliendo perfecto o como a nosotros nos gustaría. Lo mejor en esos momentos es que te concentres en lo que estás haciendo, en el proceso. Respira profundo y concéntrate en el paso que estás dando en este momento.
6. Recompénsate positivamente
El subconsciente reacciona muy bien a las recompensas positivas, de tal manera que una vez que hayas logrado tu meta, recompénsate y déjate disfrutarlo.
7. Comparte con alguien más lo que aprendiste
Una vez que hayas alcanzado tu objetivo y notes que eres perfectamente capaz de hacerlo, comparte tu experiencia y lo que aprendiste, pero recuerda que para que los demás tomen en serio tus palabras, tus acciones deben estar alineadas con ellas. Es decir, si después de ir a contarles a todos cómo lograste tus metas bajas la guardia y no predicas con el ejemplo, tu enseñanza perderá fuerza. Por otro lado, compartirlo con otras personas y ser consciente del poder que tiene enseñar con el ejemplo te ayudará a seguir en tu propio camino de desarrollo.
Con información de Web MD