El sismo del 19 de septiembre ha inspirado a la comunidad a actuar de manera solidaria para rescatar, consolar y comenzar a reconstruir el corazón roto de México. La mejor manera de liberar la angustia, el miedo y la impotencia tras este desastre natural ha sido uniendo nuestra energía, fuerza de trabajo y voluntad para aliviar el sufrimiento que baña nuestro entorno.
La maravilla de la asistencia humanitaria que han brindado tanto las organizaciones expertas en emergencias como la población civil es que se ha rescatado a numerosos sobrevivientes, los albergues y centros de acopio están repletos de personas que asisten a dejar donativos y a ejercer como voluntarios, y se están organizando los esfuerzos que pronto tendrán que volcarse en la reconstrucción de las comunidades afectadas. Todo esto demuestra que una sociedad solidaria, empática y sensible es la mejor energía generadora de cambios positivos.
En estos instantes, México, asistido por la comunidad internacional, está poniendo en práctica los principios de la asistencia humanitaria, y esto es algo que debemos seguir haciendo para poder sobrevivir y levantarnos de este y cualquier evento que nos azote. Por eso, algunos puntos importantes a recordar son:
–Que nuestro entorno no es solamente el que nos significa y tiene incidencia en nuestro bienestar, sino que acoge a todo el género humano y a todos los seres vivos con quienes convivimos –los cuales también nos brindan su ayuda, compañía y cariño para sobrevivir–. Ayudar con humanidad es desdibujar las fronteras y las diferencias para sensibilizarnos ante el sufrimiento de otros y solidarizarnos con ellos para asistirlos en la manera o maneras en que nos sea posible.
–Ayudar nunca está fuera de nuestro alcance. Si bien las labores de brigadistas y voluntarios en los centros de acopio, albergues y zonas afectadas es de suma importancia y de gran valía, mucha es también la ayuda que pueden brindar quienes por algún motivo no pueden salir de casa. Para ello pueden realizar algún donativo vía telefónica o en línea, o incluso ofrecer su hogar como espacio para recibir a alguien a quien no hayan permitido volver a su vivienda por problemas estructurales con las construcciones. Asimismo, pueden adoptar a algún animalito que haya sido afectado por el sismo o que se haya quedado sin hogar.
–Toda ayuda es bien recibida pues uno de los principios de la acción humanitaria es que ésta se realiza de manera autónoma a los objetivos políticos, económicos o militares de los participantes. En otras palabras, evita criticar la ayuda de empresas privadas pensando que buscan publicidad y evita decir que una u otra institución está ayudando más porque “es la mejor”. Tanto personas físicas como morales estamos colaborando con las herramientas y medios que nos es posible independientemente del lugar en que laboremos, la institución educativa a la que pertenezcamos, la religión con la que cada uno se identifique o la forma de pensar y de ser que cada quien tenga. La diversidad de lugares, medios y tipos de ayuda brindada es lo que permite cubrir todos los frentes necesarios para superar emergencias como ésta.
Recuerda que la ayuda humanitaria es una suma de esfuerzos de asistencia médica, educación, alimentación, donación, rescate, reconstrucción y rehabilitación de una sociedad en situación de emergencia o desastre, así que hoy México nos necesita a todos viviendo, actuando y sintiendo como uno.
¡No aflojemos lo que ha aflorado en cada uno de nosotros por nuestro país!