La paranoia es un trastorno mental que provoca que la persona afectada piense que quienes le rodean conspiran en su contra y pretenden hacerle daño tanto con sus palabras como con sus acciones. Esto los lleva a desconfiar de todos y, por consecuencia, a que sus seres queridos se vayan alejando poco a poco debido a sus actitudes hostiles y a la defensiva.
Según los síntomas, las actitudes y la conducta que presenten quienes la padecen, se pueden clasificar diferentes tipos de paranoia, de los cuales te hablamos a continuación.
La persona está convencida de que está siendo acechada y de que los demás traman algo en su contra.
Presentan una marcada desconfianza y toman como una ofensa o humillación cuando alguien no está de acuerdo con ellos, lo que genera hostilidad de su parte y discusiones.
Una persona con paranoia lleva los celos al extremo y en cualquier hecho encuentra indicios para pensar que su pareja le es infiel. Incluso llegan a seguir o vigilar a su pareja y, en el peor de los casos, recurren a amenazas y agresiones.
Esta forma de paranoia se presenta cuando el afectado está seguro de ser amado por una persona, generalmente alguna personalidad pública o alguien de un nivel socioeconómico superior, aunque esto no sea cierto. Esto los lleva a acosar a quien creen que los quiere con mensajes, publicaciones en sus redes sociales o llamadas.
Este trastorno provoca que las personas tengan ideas de grandeza, se consideran superiores a los demás (más inteligentes, ricos y poderosos), y llegan a mentir, manipular o exagerar algunas situaciones con tal de conseguir sus objetivos.
Estas personas viven convencidas de que padecen alguna enfermedad, por lo cual suelen acudir a múltiples especialistas médicos en busca de una cura para un mal que sólo existe en su mente.
Aunque sí existen enfermedades psicosomáticas, es decir, que se manifiestan físicamente pero tienen un origen psicológico, en el caso de las personas paranoicas somáticas, en realidad no hay afectaciones físicas, sino que todo es creado por su delirio.