En un mundo tan caótico como en el que se vive hoy en día, donde todo es ir y venir, consumir y estar bombardeados de información constantemente, parece difícil parar un momento para siquiera notar tu respiración o darte cuenta de lo que sucede en tu entorno.
No es necesario que siempre practiques mindfulness sin interrupciones o aislado en una cueva; de hecho, lo importante es que lo que haces en soledad se traduzca a todo lo que haces en tu día.
A continuación, encuentra algunas sencillas recomendaciones para practicar la consciencia plena a lo largo del día.
Cuando te despiertes, sé consciente de tu respiración. Inhala y exhala profundamente y agradece que puedes respirar un día más.
Estira tu cuerpo. Durante la noche pasas en promedio 8 horas sin mucho movimiento, por eso es importante que cuando te levantes estires todo tu cuerpo de forma orgánica; escúchalo y nota qué es lo que te pide.
Trata de no ver tu celular en cuanto despiertes. Si es posible, evita las pantallas durante los primeros minutos de tu día. En lugar de esto, puedes escribir en un diario o apuntar los pendientes que tienes en el día para que te puedas organizar.
Disfruta cada bocado del desayuno y todas tus comidas. Se dice que el desayuno es la comida más importante del día y que los alimentos que consumas en ese momento te darán la energía necesaria para llevar tus tareas a cabo. Comer de forma consciente no solamente aplica para cuando comienzas el día, sino que es importante que a la hora de comer no tengas ninguna distracción, para que así puedas asimilar de mejor forma los alimentos.
El psicólogo Jordan Peterson asegura que desayunar proteínas y grasas naturales puede ser también la mejor herramienta para combatir la ansiedad y la depresión. Recuerda que tu estómago es tu segundo cerebro.
Cuando te traslades a la escuela o trabajo, sé consciente de tu entorno. Cuando caminas, vas en el auto o en el transporte público, muy pocas veces te das cuenta de lo que pasa a tu alrededor. La mayoría de las personas casi siempre están atentas al celular o metidos en sus problemas o pendientes; sin embargo, es importante que notes la presencia de los demás, respetes su espacio vital y también estés al tanto de lo que ocurre, por si sucede algún accidente o hay algo que te dé mala espina.
Escucha lo que dicen los demás. ¿Cuántas veces, en medio de una conversación, estás más preocupado por tus cosas que por lo que te cuenta el otro? Esto le pasa a muchas personas, y si a ti también te sucede, lo importante es que te des cuenta de que realmente no pones atención. La próxima vez que platiques con alguien, recuerda dedicar toda tu atención a lo que dice la otra persona.
Y tú, ¿cómo practicas la conciencia plena?