Cuando realizamos una actividad artística o cultural, ya sea pintar, cantar o ver una obra de teatro, visitar un museo, ir a un concierto, se liberan endorfinas y se estimula el área del cerebro asociada con el placer y la recompensa, lo que tiene un impacto positivo en nuestro bienestar.
Esta acción ha hecho que organismos como la UNESCO reconozcan el valor de la cultura y las artes como instrumentos y motores de desarrollo hasta el punto de integrarlos como un componente esencial en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
"Varios estudios de universidades como la de Pensilvania y Harvard han demostrado que la participación en las artes tiene un efecto positivo en el bienestar de un individuo", asegura Arlen Solodkin, fundadora y directora del Instituto de Bienestar Integral (IBI), organización mexicana que desde hace diez años promueve el bienestar individual, familiar y social-comunitario a través de cursos, conferencias, talleres y el Certificado Internacional en Estudios de la Felicidad.
Hay dos grandes ejemplos de iniciativas que tratan de impulsar las disciplinas artísticas y culturales como detonadores de bienestar y felicidad. Por un lado, James Pawelski, director del Centro de Psicología Positiva de la Universidad de Pensilvania, quien dirige el proyecto Humanidades y Florecimiento Humano, uno de los centros de investigación más importantes a nivel mundial sobre este tema. Por otro, la fotógrafa y miembro de la Galería de Fotos de Soho en Nueva York, Mandy Seligman, quien fundó la organización sin fines de lucro Seeing Happy, con la que promueve, a nivel mundial, la fotografía como camino para encontrar la felicidad y el bienestar.
"La fotografía siempre ha sido mi escape durante los períodos difíciles de la vida, aunque no siempre supe exactamente cómo me ayudó hasta más tarde" cuenta la fotógrafa Mandy Seligman. Ella explica que el motor que la motivo a crear la serie de imágenes 'Tocando la felicidad' (Touching Happiness), fue una gran pérdida. "Me tomó alrededor de seis meses crearlo y no fue hasta que el proyecto estuvo completo que entendí lo que había estado haciendo." El proyecto fue un medio que ayudó a la fotógrafa "para aferrarme a algo en lo que podía creer cuando el mundo parecía tan despojado".
De ese ejercicio nació en pandemia Seeing Happy, plataforma que ha creado una comunidad en la que se comparten fotografías que pueden construir el bienestar y la resiliencia. Hasta el momento, el equipo de Mandy ha recibido cerca de 10 mil instantáneas de todo el mundo, desde Australia, hasta Sudamérica pasando por Europa o la India.
"Inspirados por el trabajo de Mandy y con su colaboración, desde IBI, queremos impulsar esta iniciativa en nuestro país. Para ello, hemos organizado un concurso de fotografía, abierto a todos los mexicanos, que se enmarca en el proyecto Seeing Happy”, comenta Arlen Solodkin, quien destaca que el ganador o ganadora recibirá de premio una tarjeta Amazon con valor de 200 dólares; así como una entrada para participar en Hope Circuit, primer encuentro mundial sobre psicología positiva que se celebrará del 23 al 24 de noviembre en Ciudad de México.
En la fotografía, los participantes deben mostrar la esencia de la esperanza en acción. "Todos somos agentes de cambio y capaces de tener un impacto en nosotros mismos y en nuestro entorno", cuenta Arlen, quien agrega que las fotos que participen pueden capturar actos de bondad, activismo de base, participación comunitaria o liderazgo inspirador, o muchas otras acciones que inspiran y encienden la chispa del cambio para lograr un mundo mejor.
El concurso de fotografía Esperanza en Acción está abierto hasta el 1 de noviembre y se desvelará la fotografía ganadora durante el encuentro Hope Circuit, los días 23 y 24 de noviembre. Aquellos que deseen participar deben crear una cuenta Seeing Happy y enviar las fotografías desde esa cuenta.
Conoce más detalles e inscipciones en este link.