Esta es la era de la selfie y la exhibición. El narcisimo, la egolatría, las relaciones pasajeras y el apego tóxico son los grandes temas de la psicología y la filosofía de esta época. Estos comportamientos (y muchos otros) son síntomas de una de las grandes carencias de las personas en la actualidad: autoestima. Quererse a uno mismo es la base del bienestar mental y la única manera de tener una buena relación con los demás.
El profesor de psicología Chris Mruk, uno de los mayores expertos en el tema, señala que la autoestima es "la evaluación que efectúa y mantiene comúnmente un individuo con referencia a sí mismo, y expresa una actitud de aprobación o desaprobación". La autoestima es un elemento indispensable para disfrutar de buena salud mental, una vida plena y relaciones saludables con los demás.
El filósofo Fernando Savater, autor de La ética como amor propio, sostiene que la ética es "una forma ilustrada de amarse a sí mismo; la persona moral es un egoísta bien informado, que sabe lo que le conviene y que lo busca".
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¿Cómo quererse a uno mismo?
Piensa primero lo que significa querer a alguien: ¿qué acciones tienes con las personas que amas? Olvida lo que sabes sobre el amor a uno mismo y piensa en el amor que le expresas a los demás, por ejemplo a tu mascota. Está claro que la procuras, que la alimentas, que la acaricias, que te preocupa su bienestar. No permites que nadie la moleste y caminas a su lado con mucho orgullo y si alguien la agrede, la defiendes.
Ahora piensa en cuáles de estos gestos tienes contigo mismo. ¿Te aceptas como eres, con limitaciones y defectos? ¿Valoras tus cualidades y reconoces tus esfuerzos? ¿Aplaudes tus logros? ¿Sales con frecuencia a disfrutar de la naturaleza? ¿Te alimentas bien y con horarios? ¿Te permites sentir tristeza y expresarla aunque a otros les incomode? ¿Mantienes tu cuerpo activo? ¿Disfrutas de tu propia compañía? ¿Cultivas las amistades?
Al comparar ese amor por las mascotas pueden surgir más y más preguntas, ¡es sorprendente cuánto amor hay por las mascotas, que no puedes mostrar hacia ti! El amor a uno mismo, como todos los amores, hay que cultivarlo. A veces hay que pasar muchos obstáculos y eso puede hacerlo difícil, pero no imposible. No es flechazo a primera vista.
A lo largo de tu vida, ves tu reflejo en la mirada de otros, y puede que ese espejo te devuelva una imagen fea, sesgada, crítica. Cuando un niño no recibe amor, cree que no lo merece. No imagina que sus papás no saben amarlo. Quizás le exigieron demasiado o le dieron una educación donde no encajaba su manera de ser. Por otro lado, está el niño que tiene todo el amor de sus padres, quienes esperan que todo en él sea perfecto, lo que provoca temor del pequeño a defraudarlos si se muestra tal como todos: imperfecto. En la infancia, piensas que si no te quieren, es porque no mereces ser amado.
No hay manera de volver al pasado ni de cambiar los sentimientos de los otros, pero sí está en ti aprender a modular esos sentimientos. Como decía el poeta egipcio Constantino Cavafis: "No hay barco que te arranque de ti mismo". En la vida puedes mudar de pareja, de amigos, de compañeros, de trabajo, de país, de casa, pero no hay manera de escapar de ti.
Eres libre de maltratarte, pero también de amarte. Sólo si te aceptas y te quieres como eres, además de libre, puedes ser tú mismo.
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