La empatía es una de las cualidades más valiosas y bellas en las personas. Ser empático es un regalo increíble cuando se trata de compasión y conexión con los demás.
Los empáticos tienden a ser sensibles, cariñosos, tienen un gran corazón y una intuición muy afinada. Además, están profundamente en sintonía con los demás e incluso pueden tener una fuerte conexión con la naturaleza y los animales.
Sin embargo, cuando se malinterpreta o no se controla, el exceso de empatía puede hacer que cualquiera se sienta agotado e incluso fuera de contacto consigo mismo. La enorme sensibilidad de los empáticos puede ser una esponja emocional y física, que absorbe la negatividad y el estrés del mundo que los rodea.
Los empáticos que no cuentan con las estrategias de autocuidado tienden a experimentar una sobrecarga sensorial, así que deben aprender cuándo es necesario decir "no" sin sentir culpa.
Comprender qué tipo de empatía es la que sueles tener puede ayudarte a trabajar con tu don, en lugar de sentirte abrumado por él. Los siguientes son los seis tipos de empatía que existen y con cada descripción encontrarás una recomendación para evitar que la empatía se vuelva excesiva o que absorbas las energías de los problemas de los demás.
Es uno de los tipos más comunes de empatía. Quienes cuentan con esta aptitud son capaces de captar fácilmente e incluso asumir las emociones de los demás. Si posees este tipo de empatía, te resultará familiar que cuando un ser querido está molesto o triste, tú termines por sentirte de la misma manera.
Esto no es algo malo, pero los empáticos emocionales son particularmente susceptibles a los narcisistas y vampiros de energía y pueden sentirse particularmente agotados con esas personas, así que debes tener cuidado y aprender a poner límites para no volverte el basurero emocional de nadie.
Para evitar absorber las emociones de los demás, hazte el hábito de repetir en tu mente el mantra “Te devuelvo tu sentir, que no me pertenece”, cada vez que alguien te comparta un problema o te haga partícipe de su situación emocional, para evitar quedarte con las emociones de esa persona. Hacer esto canalizará la energía fuera de tu cuerpo y de tu mente sin afectar a la otra persona, pues sólo te libera de esa energía que te transmitió.
Quienes poseen este tipo de empatía son capaces de captar los síntomas físicos de otras personas y absorberlos en sus propios cuerpos, hasta sentirlos como propios. Además, no sólo pueden sentir los síntomas por sí mismos, sino que también pueden ver dónde alguien experimenta un síntoma.
Este tipo de personas empáticas deben tener mucho cuidado de no ser mártires y asumir el dolor de otras personas. Para evitarlo, debes exhalar los síntomas tan pronto como los notes, para recircular esa energía fuera del cuerpo.
Cuando estés con alguien que se siente mal físicamente y notes que has absorbido un síntoma, como dolor de cabeza o de espalda, relájate, respira profundamente un par de veces y exhala el síntoma con cada respiración; respira las veces que sean necesarias hasta que ese malestar se haya ido.
Este tipo de empáticos tienen una intuición muy fuerte y pueden captar lo que otras personas sienten y percibir la energía negativa en una habitación. Como tal, es importante tener formas de evitar absorber la energía tóxica.
Esto también se denomina a veces "clarividencia", donde la persona está casi sintonizada psíquicamente con los demás con sólo una mirada.
Para mantener alejada la energía negativa, cada vez que la percibas en lugares o personas imagina un escudo de luz blanca o rosada alrededor de tu cuerpo, la cual te protege del estrés y la negatividad pero permite la entrada de energía positiva.
Se refiere a aquellas personas que están en sintonía con las necesidades de las plantas. Son excelentes jardineros o paisajistas, porque saben intuitivamente lo que necesita una planta.
A los empáticos de las plantas, por supuesto, les encanta estar cerca de las plantas, especialmente aquellas a las que pueden cuidar (como plantas de interior o un jardín).
Afortunadamente, no tienen que preocuparse tanto por absorber la energía negativa de las plantas. De hecho, harían bien en pasar un tiempo intencional con sus propias plantas para permitir que el intercambio de energía sea mutuamente beneficioso, pues ayudar a las plantas da una sensación de satisfacción.
Son personas capaces de captar las necesidades y los sentimientos de los animales. Puede sentirse como una conexión algo telepática, donde el empático siente lo que quiere un animal. Estas personas están naturalmente inclinadas a trabajar con animales, especialmente cuando los cuidan directamente.
Si eres un empático con los animales, probablemente ya sepas que estar cerca de los animales o ayudarlos te trae alegría. Así que puedes dedicar más tiempo para fomentar esta parte de tu vida, ya sea al unirte como voluntario en un refugio local o iniciar un pasatiempo como la observación de aves. Incluso podrías dar un paso más al practicar la curación energética, como el reiki, en los animales con los que convives.
Son personas que sienten una conexión muy profunda con la Tierra, pues están sintonizadas con toda la naturaleza y el planeta en general. Así, pueden verse fuertemente afectadas energéticamente por los desastres naturales, el clima y el medioambiente que se daña.
Para los empáticos de la Tierra, conectarse con la naturaleza produce maravillas restauradoras. Esto podría ser tan simple como meditar debajo de un árbol, pasar tiempo al aire libre y rodeado de plantas, árboles y naturaleza. Estos empáticos tienen una gran necesidad de sentirse cerca de la naturaleza, por lo que honrar eso es importante.
En pocas palabras, cualquier rasgo de los que se han descrito que resuene más contigo y lo que sientes es una buena inclinación sobre qué tipo de empatía podrías tener. Y ten presente que no son mutuamente excluyentes, así que puedes ser empático en varios niveles a la vez.
Así que reflexiona un poco y sé honesto contigo mismo sobre tu sentir en las diferentes situaciones descritas y así podrás descubrir qué tipo de empatía poses o si tienes una mezcla de varias.
De esta manera, al saber cuál es tu tipo de empatía, cuanto más fortalezcas y desarrolles tu propia intuición, más podrás captar tus propios instintos y conocimientos para trabajar tu don empático y desarrollarlo, sin que se vuelva un problema para ti en los casos de empatía que te hacen absorber la energía negativa y los malestares de los demás.
Para los empáticos, es muy importante ponerse en contacto con ellos mismos, ser capaces de reconocer lo que es suyo y lo que no, y saber cuándo es el momento de recargar energías. Al saber qué tipo de empatía posees, puedes fomentar relaciones más saludables y profundas, mantenerte firme y usar tus habilidades de una manera poderosa.
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