Aproximadamente el 45% de la población dice que es tímida, un rasgo que no es malo para nada, solamente que hay ocasiones en las que se puede convertir en un obstáculo para alcanzar tus objetivos o disfrutar de la vida. Lo importante es reconocer que, si bien puedes ser una persona tímida, también puedes salir de tu zona de confort de vez en cuando para hacer todas las cosas que tienes en mente.
La timidez no es igual a ser introvertido. A las personas introvertidas, por ejemplo, les gusta estar con pequeños grupos de gente, mientras que a los individuos tímidos les puede llegar a dar ansiedad social inclusive con grupos reducidos, ya que los llegan a ver como una amenaza.
La timidez se define como la sensación de inseguridad o vergüenza que una persona siente ante situaciones sociales nuevas, lo cual le impide o dificulta entablar conversaciones y relacionarse con los demás.
La mayoría de personas que se reconocen como tímidas (alrededor del 65%) consideran que su timidez se debe a factores externos, como un exceso de control por parte de sus familias, por el trato autoritario o sobreprotector de sus padres, o por haber sido víctimas de bullying durante su infancia. Por otro lado, el 23% atribuye su timidez a sus causas internas, como la baja autoestima, de acuerdo con The Shyness Institute.
En ocasiones, la timidez es tan grande, que afecta demasiado la vida y las relaciones de quien la experimenta, lo cual hace necesario recurrir a ayuda profesional. Mediante la terapia se pueden trabajar aspectos como amor propio autoestima y autoimagen, para que quien la padece empiece a sentirse más seguro de sí mismo y logre superarla. Además, los siguientes consejos pueden ser útiles para lidiar con la timidez.
Actúa con confianza. La confianza surge cuando te conviertes en maestro de lo que haces, lo cual se logra con disciplina y práctica. Trasladado a la cotidianidad o la vida laboral, puedes proponerte aprender más de algo para que te sientas con la plena confianza de saber lo que haces o dices sin dudar de ti y tus capacidades.
Prueba cosas nuevas. Seguramente te ha dado miedo lo desconocido en algún punto, pero si te pones a pensar, ¿qué ha pasado las ocasiones en las que te has atrevido a intentar algo nuevo? Puede que no siempre hayas obtenido una respuesta positiva, pero seguramente aprendiste algo de eso. Así que salir de tu zona de confort puede ser lo mejor para traspasar las barreras.
Acepta tu vulnerabilidad. Mostrar tu verdadera personalidad con los demás, tus miedos, tus disgustos, puede ser algo atemorizante. Sin embargo, no puedes realmente sentirte con confianza si siempre tienes que mantener una máscara. Cuando te muestras vulnerable, con tus defectos y todo lo bueno que tienes, no solamente las personas se sentirán con más confianza de estar a tu lado, sino que tu también podrás sentirte seguro de que ser como eres está perfecto.
El área laboral puede ser un lugar donde sientas que tu timidez no te deja ir más allá. Tampoco se trata de que de un día para otro cambies completamente tu forma de ser, pero por ejemplo, en el trabajo puedes hacer modificaciones paulatinas: empezar por platicar un poco más, no te sientas intimidado en las juntas y reuniones con tus compañeros o jefes, y procura siempre exponer tus ideas y dar tu punto de vista.
Con información de Well and Good y PyschCentral