Cuando se les pregunta a las personas cuál es su mayor sueño, anhelo u objetivo en la vida, seguramente la mayoría responderá que ser feliz. Pero, ¿qué es ser feliz? ¿qué es la felicidad? 

 

Si buscas en el diccionario, encontrarás una definición de felicidad como esta: “Estado de ánimo de la persona que se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que desea o por disfrutar de algo bueno. Estado de grata satisfacción espiritual y física. Ausencia de inconvenientes o tropiezos”.

 

Entonces, ser feliz significa encontrarse en un estado de bienestar emocional y físico, que implica emociones positivas. Pero esto abre un panorama muy amplio, porque las cosas y experiencias que brindan bienestar y provocan emociones positivas son muy diversas.

 

Con esto en mente, en Harmonía se preguntó a los lectores cuál palabra elegirían para definir la felicidad, y estas fueron las más mencionadas: 

 

Familia

La familia es el primer y más importante núcleo en la vida de toda persona, es el primer sitio donde se experimentan las emociones positivas de amor, cuidado y afecto, componentes básicos de la felicidad. 

 

Pero además, las relaciones suelen ser también una fuente de alegría, de disfrute y de diversión, que también forman parte de la felicidad. Por otro lado, la compañía y el apoyo de la familia ayudan a enfrentar y superar de mejor manera los obstáculos y los malos momentos.

 

Comer / comida

Ya lo dice la sabiduría popular: “Las penas con pan son menos”, y es una realidad que el placer de la comida es algo que a muchos les da una gran satisfacción y felicidad, sobre todo cuando disfrutan de sus sabores y platillos favoritos. 

 

Mientras que la falta de alimento puede causar irritación y ansiedad, comer provoca que el cerebro libere las llamadas hormonas de la felicidad, las cuales provocan sensaciones de placer o euforia.

 

Paz

No se puede ser feliz si no se tiene paz. Paz exterior (en el entorno, en las relaciones personales, en la casa, en el trabajo) y sobre todo, paz interior (en las emociones y en el pensamiento).

 

La paz es una condición indispensable de la felicidad. La felicidad y la inquietud se excluyen mutuamente. Para ser feliz, se necesita estar a gusto y sentirse cómodo y seguro en el entorno en el que se vive, además de de mantener una buena relación con las personas cercanas y contar con tranquilidad mental, emocional y espiritual.

Tranquilidad

Hay una frase que dice: “El mejor estado de la vida no es estar enamorado, es estar tranquilo”. Para muchas personas esto es cierto, sobre todo cuando su vida ha estado marcada por relaciones amorosas tóxicas y conflictivas. 

 

La tranquilidad es sinónimo de calma, de plenitud, de regocijo, de comodidad y bienestar. Tranquilidad es sentirte alegre con el momento presente, es sentir que tu vida está en equilibrio y que todo está bien para ti, tanto en tu interior como a tu alrededor.

 

Libertad

La libertad es un estado de plena conciencia del ser humano que le permite decidir y ser responsable por sus decisiones y conducta. La libertad te permite elegir el rumbo de tu vida, lo que integras en ella y lo que no, la forma en que te conduces y te relacionas, sin que nada ni nadie te obligue a actuar en contra de tu esencia, de tus principios y creencias. Por eso, cuando eres libre, siempre puedes elegir ser feliz.

 

Salud

Aunque hay personas que a pesar de sus enfermedades conservan su buen ánimo, la buena salud es un aspecto muy importante para el bienestar y, como consecuencia, para la felicidad. 

 

Cuando estás saludable, tienes la energía necesaria para levantarte cada mañana y realizar lo necesario para alcanzar tus objetivos. Cuando tienes salud física, emocional y mental, tu vida se encuentra en equilibrio y eso hace que sea más fácil que vivas experiencias que alimenten tu felicidad.  

 

Dormir

¿Qué mejor que dormir bien y tener un descanso reparador después de cada jornada? Además de ser bueno para la salud, ya que durante la noche es cuando el organismo se regenera, dormir también ayuda a mitigar las preocupaciones y los malos recuerdos. Reduce el estrés y es una excelente forma para combatir la irritabilidad e iniciar el día de buen humor.

 

Amor

Por supuesto que el amor y la felicidad van de la mano, basta ver a las personas enamoradas, que lucen radiantes. Las culpables son las hormonas de la felicidad, cuya producción se ve estimulada por las reacciones químicas que el enamoramiento produce en el cerebro. Por eso, cuando te enamoras lo ves todo más bonito, te ves y te sientes mejor y la sonrisa pareciera no borrarse de tu cara. 

 

Esto también se debe a que la compañía siempre es positiva en la vida de una persona, pues tener cerca a alguien que te apoya, cuida de ti y te quiere incluso en las adversidades, es algo que da ánimos y fuerza. Además, el amor aporta una ilusión incluso en medio de las situaciones más amargas y hace que veas la vida de otro color.

 

Como puedes ver, la felicidad no tiene una definición única, ni una receta que aplique para todos, pues a cada persona la pueden hacer felices cosas distintas. Lo importante para ser feliz es identificar todo aquello que te provoca esa emoción, para hacerlo parte de tu vida.

 

Y para ti, ¿qué es la felicidad? ¿qué es lo que te hace feliz?