La culpa, el miedo, la ira. Estas emociones son, en cierta medida, negativas y no te dejan avanzar. Si bien es cierto que todas las emociones tienen un propósito, también es verdad que si dejas que se apoderen de tu vida pueden causarte mucho daño.

Es normal que, cuando surgen este tipo de emociones o pensamientos negativos, tu primera reacción sea hacerlos a un lado rápidamente. Pero en ocasiones, tal vez esto te sale peor de lo que esperabas. Entonces te enojas más, te sientes frustrado y comienza el bucle negativo otra vez.

Ten paciencia, sé compasivo contigo mismo y sé diligente con lo que quieres lograr. Las siguientes recomendaciones te pueden ayudar en ese proceso.

Cambia tu lenguaje corporal

Tener una mala postura corporal puede disminuir tu autoestima y hacerte sentir con poca confianza. Cuando esto suceda, date cuenta y corrige la postura de inmediato, siéntate derecho y sonríe un poco más.

Habla de ello

Es probable que las emociones negativas surjan porque tienes algún problema o estás estresado. Esto no es sano. No se trata de que le cuentes a todo mundo tus problemas, pero sí de que puedas tener a un amigo de confianza o a algún familiar para que hablen de lo que te ocurre.

Asimismo, si no quieres hablar con nadie porque te da pena, puedes optar por ir a terapia y ahí te sentirás mucho mejor. Escribir acerca de lo que te ocurre, lo que sientes y piensas también suele ser una buena alternativa, pues te ayuda a comprender mejor la situación, y si vas a terapia puedes llevar tus anotaciones como un apoyo al hablar con el terapeuta.

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Tómate un minuto para calmar tu mente

Cuando tu mente corre a cientos de kilómetros por minuto, puede ser difícil mantener el ritmo. Con todo lo que pasa alrededor de tu cabeza, puede resultar complicado controlar los pensamientos que ocurren en tu interior, especialmente los negativos.

Así que date un momento para hacer una pausa y respira. Si sueles meditar o practicar yoga, hazlo, o realiza alguna actividad que fomente la atención plena. Los ejercicios de respiración también son una gran idea para serenar tu mente.

La técnica que se explica en el siguiente video te puede ayudar: 

Cambia el tono de tus pensamientos

Es posible que los pensamientos negativos sean resultado de una perspectiva reducida. Reflexiona acerca del punto de vista que tienes ante las cosas de la vida y encuentra la manera de darle un giro a las ideas negativas que cruzan por tu mente.

En lugar de pensar “Este es un momento difícil”, cambia la frase por “Son desafíos que voy a superar”.

Sal a caminar

Los pensamientos surgen en tu mente, esto en parte es cierto. Sin embargo, también pueden tener su origen en el entorno en donde estés. Si estás rodeado siempre de negatividad o de personas que funcionan en modo de queja, es probable que comiences a pensar de formas más negativas que de costumbre.

Así que cuando sientas que los pensamientos negativos te abruman, sal a caminar un momento y despéjate. Puedes aprovechar para realizar una breve meditación mientras caminas o para practicar ejercicios de respiración que te ayudarán a despejar y serenar la mente para pensar con mayor claridad.

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