¿Cómo sería tu vida si en lugar de sentirte culpable o avergonzado de ser quien eres te sintieras orgulloso? ¿Qué pasaría si en lugar de pasar tus días reprochándote tus fallas, errores del pasado y todas las formas en las que crees que no eres suficientemente bueno, los pasaras haciendo exactamente lo contrario? Transformar el rechazo que sentimos por nosotros mismos por aprecio por nuestras cualidades y amor propio da fruto a un ansiado bien: poder personal, el cual con frecuencia traduce la autoestima en capacidad de acción, seguridad y fortaleza. Si quieres experimentar esto, las siguientes son algunas formas de empezar: 

1. Identifica cosas por las que te sientas agradecido

Quizá pases mucho tiempo comparándote con los demás de manera negativa. Si te das cuenta de que estás haciendo esto, pregúntate por las cosas de ti mismo por las que estás agradecido. Luego enfócate en esto durante un par de minutos, o más si lo deseas, y pronto comenzarás a sentirte más positivo. 

2. Identifica qué es lo que activa tus pensamientos negativos

Quizá se trate de una costumbre como comenzar el día, mirarte en el espejo y empezar a criticarte, o quizá ciertos contextos, lugares o personas activan este tipo de reacciones con más frecuencia. Identifícalas y después busca una manera de trabajar en ellas: ¿hay algo que puedas cambiar? Por ejemplo, si quedarte encerrado y solo en casa te lleva a rumiar tus pensamientos y atacarte, salir a caminar para despejar tu mente puede ser una buena idea. En caso de no poder anularlo pregúntate si puedes modificar tu punto de vista sobre ello, para que deje de ser tan negativo. 

3. Transforma tus pensamientos negativos en preguntas útiles

La próxima vez que tengas un pensamiento negativo, trata de volverlo una pregunta que te ayude a comprenderlo y superarlo. Por ejemplo, si te dices “nunca voy a encontrar trabajo”, detente por un momento y reflexiona sobre este pensamiento. Lo más probable es que entonces te des cuenta de que no es un hecho, sino una creencia que surge de tu ansiedad o miedo. Una vez hecho esto intenta transformarlo en una pregunta que te acerque más a tu meta, como: ¿qué puedo hacer para desempeñarme mejor en las entrevistas?, ¿cómo puedo redactar mejor mi CV?

4. Haz una lista de tus logros

Frecuentemente el sentimiento de ser poco valioso puede llevarte a minimizar tus logros o anularlos, lo cual definitivamente alimenta la creencia de que “no somos lo suficientemente buenos”. Empieza a enfrentar esta creencia con hechos: realiza a conciencia una lista de tus logros, y luego permítete sentirte realmente orgulloso de ellos, observa este sentimiento y cómo es tu mente, tu postura, tu perspectiva de la vida cuando lo experimentas. 

5. No te identifiques de más con tus errores 

La próxima vez que te des cuenta que has hecho algo mal o que pudiste reaccionar de mejor manera, en lugar de decirte que eres el peor de todos y sentirte un fracasado recuerda que todos cometemos errores y esto no significa que no seamos personas capaces. Simplemente en la vida, cuando intentas algo nuevo, te equivocas, y esto es parte del proceso de aprendizaje. Así que trata de poner las fallas en perspectiva y entender que el hecho de que hayas hecho algo mal no significa que tú mismo estés mal. 

Con información de Live Strong