Cuando te sientes abrumado o triste por algo, seguramente muchas personas te han dicho: calma, respira, no pasa nada. Esto también refleja lo que enseñan la meditación, el yoga y otras terapias para reducir el estrés: que concentrarse en el tiempo y el ritmo de la respiración puede tener efectos positivos en el cuerpo y la mente.

Un nuevo estudio publicado en el Journal of Neurophysiology podría apoyar esto, al revelar que varias regiones cerebrales relacionadas con la emoción, la atención y la conciencia corporal se activan cuando prestas atención a la respiración.

La respiración a ritmo moderado implica inhalar y exhalar de forma consciente de acuerdo con un ritmo establecido. Por ejemplo, puedes inhalar durante cuatro cuentas, exhalar durante seis y repetir. Investigaciones anteriores muestran que los ejercicios de respiración a ritmo acelerado pueden enfocar la atención y regular el sistema nervioso.

Cómo actúa tu cerebro con la respiración por ritmo 

En este estudio, los investigadores del Instituto Feinstein de Investigación Médica querían entender mejor cómo responde el cerebro a los diferentes ejercicios de respiración. Reclutaron a seis adultos que ya se sometían a la monitorización con EEG intracraneal para la epilepsia. (La monitorización con EEG consiste en colocar electrodos directamente en el cerebro para registrar la actividad eléctrica y ver dónde se originan las convulsiones). A estos adultos se les pidió que participaran en tres ejercicios de respiración mientras se monitoreaban sus cerebros. 

En el primer ejercicio, los participantes descansaron con los ojos abiertos durante unos 8 minutos mientras respiraban normalmente. Luego cambiaron su respiración a un ritmo rápido, durante poco más de 2 minutos, mientras respiraban por la nariz, y luego volvieron a reducir la velocidad de la respiración normal. Repitieron este ciclo ocho veces.

En el siguiente ejercicio, los participantes contaron cuántas veces inhalaron y exhalaron durante intervalos de 2 minutos, e informaron de cuántas respiraciones habían hecho. Los investigadores monitorearon cuántas respiraciones hicieron los participantes durante cada intervalo, y anotaron cuando las respuestas eran correctas e incorrectas.

La actividad en la región de la amígdala sugiere que la frecuencia respiratoria rápida de una persona puede desencadenar estados cerebrales como la ansiedad, o estados de ánimo como la ira o el miedo. Por el contrario, se puede reducir el miedo y la ansiedad al ralentizar la respiración.

¿Puedes manejar el estrés con la respiración adecuada? 

Lo que encontraron los investigadores fue un aumento en la actividad a través de una red de estructuras cerebrales, incluida la amígdala, cuando los participantes respiraban rápidamente. La actividad en la amígdala sugiere que la frecuencia respiratoria rápida puede desencadenar sentimientos como ansiedad, ira o miedo.

Otros estudios han demostrado que se tiende a estar más en sintonía con el miedo cuando se respira rápidamente. Por el contrario, se puede reducir el miedo y la ansiedad al ralentizar la respiración.

En conjunto, los resultados de este estudio apoyan una relación entre los tipos de respiración (rápida, intencional y atencional) y la activación de las estructuras cerebrales involucradas en el pensamiento, los sentimientos y el comportamiento.

Esto plantea la posibilidad de que determinadas estrategias respiratorias puedan ser utilizadas como una herramienta para ayudar a las personas a manejar sus pensamientos, estados de ánimo y experiencias.