La vida es una constante de pruebas y lecciones que aprendes día con día. Y seguramente, como muchas personas alrededor del mundo, también estás en la búsqueda interminable de conocerte mejor para que puedas comprender a los demás y todo lo que te rodea.

Hay miles de libros acerca del autoconocimiento y de tips para que te conozcas mejor; el problema es que a veces lo lees, lo quieres intentar por un par de días y luego se te olvida lo que querías lograr y dejas todo lo aprendido a un lado.

Lo importante en la búsqueda de autoconocimiento es que nunca dejes de aprender. Bien dicen que el conocimiento es lo que te hará libre, y entre más conozcas de ti más libre podrás ser. Libre de angustias, problemas y cosas que podrás resolver mucho mejor si primero te conoces para saber qué es lo que quieres realmente de tu vida y cómo puedes aportar algo al mundo.

Así pues, lo esencial antes de todo para conocerte mejor es la voluntad que necesitas y la perseverancia de nunca dejar el camino, por más que te sientas frustrado. Asimismo hay un par de recomendaciones que pueden servirte si quieres emprender este camino:

Medita. El propósito de la meditación es que puedas callar la mente un poco y te des cuenta de cómo te sientes verdaderamente. Si la practicas de forma constante y con disciplina, vas a notar que te sientes más en sintonía con tus emociones y con tu verdadero ser.

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Descubre tus valores esenciales. Renuncia a las expectativas. Cuando vives en constante preocupación sobre los resultados que obtendrás si haces tal o cual cosa, nunca vas a poder disfrutar del momento.

Toma un momento para examinar las expectativas que tienes, reflexiona y date cuenta de si son realmente válidas o no, y decide soltaras. Piensa en esto como un experimento o una oportunidad de ser sin que tengas ningún prerrequisito o condición alguna.

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Reconoce y maneja tus emociones. No se trata de intentar controlar lo que sientes, sino de detenerte a reflexionar sobre lo que desencadena tus emociones y la manera en que reaccionas ante ellas. Analiza lo que te hace bien y lo que te hace mal.

Aprende a identificar tus distintas emociones en cada situación para reconocerlas, aceptarlas, liberarlas y superarlas, y no permitir que sean ellas las que te manejen a ti.

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Mira hacia dentro. Cada día, haz una pausa para descubrir cómo te sientes en ese momentoy cómo te sentiste a lo largo del día. ¿Qué te hizo feliz, que te llenó de emoción o alegría? ¿Hubo algo que te molestara, que te hiciera poner triste o sentir frustrado?

Por otro lado, pregúntate cuáles consideras tus virtudes y defectos. Sé honesto contigo mismo y haz una lista de ambos. Así sabrás cuáles son los aspectos de tu personalidad que debes potenciar y aquellos en los que debes trabajar para ser una mejor persona.

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Escribe un diario. Un hábito que puede ser muy útil patra el autoconocimiento es el de escibir un diario. No necesitas anotar cada detalle como si se tratara del diario de tu adolescencia, sino aquello que es importante para ti, lo deseas recordar o los asuntos en los que consideras que necesitas reflexionar. Cada vez que vuelvas a leer lo que escribes podrás conocerte un poco mejor.

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Deja ir las relaciones que te condicionen. Cuando te encuentras en relaciones codependientes, ya sea con familiares o de pareja, puede que vivas en una constante preocupación debido a las expectativas que crees que los demás tienen de ti. Toma en cuenta esto, y deja ir cualquier vínculo tóxico que te haga menos como individuo y anule tu verdadera esencia.

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Sé más asertivo. Llegar a ser asertivo es una manera poderosa de mejorar tu vida y aumentar tu autoestima, lo que a su vez te ayuda a ser autónomo. La asertividad es una habilidad que se puede practicar. Significa establecer límites saludables, aprender a decir que no y ser claro sobre tus necesidades y sentimientos.

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