La fabulosa década de los 20 está llena de alegría y juventud, pero también es una etapa en la que se cometen un montón de errores y se sufre por tonterías. Se experimenta el amor, y en la mayoría, también la desilusión amorosa. Pero eso está bien, nadie es perfecto. Además, los errores forjan el carácter. A veces se gana y a veces se aprende.
Al cruzar la frontera de los 30, es mejor hacer más cosas de manera correcta y cometer cada vez menos errores. La vida no es un experimento, es un juego estratégico para disfrutarse.
Hay algunos hábitos que no hacen nada bueno por ti, que si bien no son lo peor, si continúas con ellos pueden frenar o interrumpir muchas de las cosas que deseas y mereces. A continuación, algunos ejemplos de los hábitos que sería mejor dejar o cambiar.
Si acordaste reunirte con amigos, no canceles un par de horas antes, a menos de que tengas una valiosa razón. ¿El cansancio y el estrés te lo impiden? Con mayor razón acude a la cita. Una investigación demostró que salir con amigos cuando te sientes así, puede mejorar tu ánimo y eliminar el estrés.
Pero si se trata de una persona con la que no te sientes cómodo, entonces es momento de decirle adiós en vez de cancelar y reagendar una y otra vez. Hay personas que coinciden contigo en un momento de la vida, pero no significa que debes forzar la amistad toda la vida si se pierde la empatía.
Hay marcas que ofrecen jeans en $200 y puede ser muy tentador comprar más de uno, pero es ropa que usarás muy pocas veces. Es mejor invertir en ropa de mejor calidad que podrás usar muchas más veces; además, necesitas ropa que puedas usar en diferentes etapas de la vida. Ni modo, de la moda lo que te acomoda.
Un estudio encontró que casi el 60% de los trabajadores no piden un aumento, principalmente porque hacerlo los hace sentir incómodos. Si trabajas arduamente para demostrar tu talento y tus capacidades, también mereces recibir el pago que corresponde a tu desempeño. Pedir un aumento no debe provocarte miedo.
Así es. Debes lavar tu cara todas las noches y, por favor, no pellizques los barritos. Mientras no tengas que pagar por visitar a un especialista, invierte en productos de buena calidad que sean los adecuados para tu piel, y no olvides usar bloqueador solar todos los días.
Tus padres, abuelos, tías, tíos y otros familiares merecen escuchar tu voz de vez en cuando. Deja de poner excusas para hablar con ellos por teléfono; pregúntales cómo están y si necesitan algo de ti. Además puedes compartir lo que pasa con tu vida (claro, no todo). Les harás el día y te sentirás mucho mejor al escucharlos.
No todas las relaciones son miel sobre hojuelas. Inevitablemente habrá baches en el camino, pero una relación debe hacerte sentir feliz, seguro, hermoso y amado. Si esos sentimientos no se aparecen en un largo período, es necesario que reconsideres tu relación.
Habrá cosas por las que no puedas hacer nada (y esa es una importante lección que aprender). Pero cuando hay algunos temas que te preocupan sobre tu relación, trabajo, familia, no aceptes un "no" sin pedir un buen argumento, porque nunca sabrás si puedes hacer algo si no preguntas, ¿cierto?
Invertir o abrir una cuenta de ahorros es una de las cosas más inteligentes que una persona de veintitantos puede hacer. En tus veintes debes ahorrar del 10% al 15% de tu salario; en tus treintas es mejor ahorrar del 15% al 30%. Automatiza un retiro para tu cuenta de ahorros cada mes, para hacerlo más cómodo y que no tengas pretextos para hacerlo.
Debes trabajar mucho para lograr esta disciplina, no importa si tienes una cita con amigos, tu familia, o si se trata de una cita de trabajo. Si quieres empezar bien el día, lévantate temprano y disfruta de todo el proceso, sin tener que salir de prisa y correr para no llegar tarde.
Es una costumbre que debes quitarte, sobre todo en momentos específicos como reuniones y al compartir la mesa con otras personas, no importa si son conocidos o extraños. Deberás disciplinarte a revisar tu teléfono en determinadas horas, cuando lo haces sólo por entretenimiento.