Si eres del tipo olvidadizo, tal vez te preocupe que a veces la falta de memoria puede ser una señal de un fallo en la mente, o peor, que sufres los primeros indicios de algún padecimiento neurológico relacionado con la memoria.

Resulta que puedes dejar ir esos temores, pues un reciente estudio sugiere que olvidar cosas es un signo de inteligencia y que tu cerebro funciona de forma eficiente. Un reportaje de CNN incluso señala que no recordar ciertos detalles es normal y, de hecho, te hace más listo.

Aunque usualmente una memoria perfecta o casi perfecta suele asociarse con un cerebro bien aprovechado, las investigaciones explican que la verdadera función de la memoria es optimizar la toma de decisiones inteligentes, al retener lo que es importante en un momento dado y soltar lo que no tiene relevancia.

Visto desde esta perspectiva, saber que tu cerebro prioriza importancia sobre exactitud tiene mucho más sentido. En lugar de tratar de acordarte de cada momento de cada día, tu cerebro hace todo lo posible para que tengas disponible la información necesaria para tomar decisiones críticas. Así, tus probabilidades de éxito y supervivencia aumentan.

Otra ventaja de olvidar fácilmente es que eres capaz de adaptarte más rápido a situaciones nuevas. También te da la capacidad de cambiar tu manera de pensar, para adaptarte mejor a las circunstancias.

El hecho de tratar de encontrar sentido en múltiples situaciones donde los recuerdos que se contradicen dictan cómo debes comportarte, puede convertirse en un auténtico desastre. Esto hace mucho más complicado elegir un curso de acción. En contraste, tener la habilidad de desechar la información antigua y tener espacio para la nueva te hace mucho más capaz de resolver problemas en el momento.

Llevar a cabo actividades donde ayudas a tu cerebro a eliminar datos que ya no usas es muy recomendable. Por ejemplo, visitar regularmente el gimnasio o hacer largas caminatas en la naturaleza.

En resumen, es importante que sepas que si eres olvidadizo no significa que tu cerebro borre cosas aleatoriamente, sino que obvia los detalles menores para que puedas comprender mejor las situaciones y hechos. Así que ya puedes dejar de ser tan duro contigo mismo.