¿Te ha pasado que por más que te cuides “físicamente” te enfermas con frecuencia? Si es tu caso, tengo algo importante que decirte: enfermarte es sólo reflejo de que tu yo interior no “anda bien”. Te explico.

No sé si los sabías, pero tu cuerpo y mente están tan bien conectados que el segundo usa al primero para mandarte una serie de sensaciones como sueño, cansancio, calor, etc. y avisarte al respecto.

 En muchas ocasiones ignoramos nuestras emociones y éstas buscan un medio de escape para que prestes atención a ellas; una forma de lograrlo es a través de las enfermedades.

Si esto te resulta conocido y no quieres estar enferma constantemente, seguir estos cuatro pasos te ayudan a mejorar tu salud, tanto mental como físicamente:

1. Identifica tus emociones. Comienza por tomar un tiempo exclusivo para ti en el que reflexiones sobre tu vida, e identifiques cuáles son las situaciones y/o personas que están robando tu paz.
2. Cambia tu rutina. Al identificar emociones es importante que estés dispuesta a cambiar tus hábitos. ¿Eres sedentaria? Incorpora ejercicio. ¿Te estresas rápido? Buscan una clase de pintura... Opciones hay muchas.
3. Haz ejercicio. Aunque no lo creas, este es la mejor medicina, ya que es un anestésico para el dolor, mejora la calidad de sueño y ayuda a bajar tus niveles de estrés y de otras emociones negativas.
4. Mejora tu alimentación. Un factor muy importante es cuidar lo que comes pues es un reflejo de cómo somos y nos sentimos. Una manera de lograrlo es con una alimentación que incluya el consumo de alimentos funcionales que mejoran tu calidad de vida; uno de ellos es el yoghurt, que contiene probióticos y ayuda a mantener la salud digestiva

Como ves, es muy importante cuidar tu salud mental para estar bien físicamente, y un paso importante para lograrlo es escuchar tu cuerpo. Si comienzas a seguir estos consejos notarás la diferencia.