Este 19 de octubre es Diwali, el festival hindú con el que se celebra la victoria del bien sobre el mal y la luz sobre la oscuridad. Es un festejo que se extiende durante 5 días, en los cuales las personas se arreglan con joyas, embellecen sus casas e iluminan las calles.

El origen mitológico de este festejo es una historia de amor: Rama regresa de un exilio que duró 14 años para salvar a su esposa Sita de un demonio que la capturó disfrazado de yogui. Se dice que cuando en el reino de Ayodhya se enteraron de la épica victoria, que puedes leer en el Ramayana, miles de lámparas de aceite se encendieron para festejar. Y así inició Diwali, también llamado el festival de las luces.

Te cuento esta historia sin ánimo religioso, para invitarte a conectar con su energía a través de un ritual meditativo, que detallo a continuación y el cual puedes realizar aunque no seas hindú. Hablamos de arquetipos con los que todos podemos relacionarnos:

Ritual meditativo

1. Elige una vela, del color y tamaño que tú quieras. No necesita ninguna cualidad especial, porque lo que le dará sentido es tu intención energética. Enciéndela.

2. Siéntate con las piernas cruzadas y la espalda erguida, en un lugar silencioso y sin luz artificial. Mira fijamente la flama durante unas 15 o 20 respiraciones.

3. Cierra tus ojos y pregúntate qué de tu vida te gustaría iluminar. Deja que las respuestas lleguen, acéptalas todas.

4. Enfócate en ellas, una por una y sin prisa. Contempla esa situación o emoción, llena de luz; disfruta esa visión y avanza hacia la siguiente.

5. Recuerda, durante la meditación, que la luz no existe sin la oscuridad.

6. El contraste nos permite evolucionar a través de la conciencia; la sombra no es mala en sí misma. Saber que existe y que puede iluminarse es motivador e inspirador.

7. Cierra con tus palmas juntas, cerca del corazón.

8. Al abrir los ojos, lo primero que verás será la luz de la vela.

¡Feliz Diwali!

NAMASTE.