Llegar a la tercera edad puede implicar varios cambios de alimentación y estilo de vida para ciertas personas. El hecho es que no es necesaria una dieta especial se durante el resto de la vida se mantuvo una alimentación y estilo de vida saludable. Sin embargo, al llegar a la tercera edad ocurren algunas deficiencias de minerales y proteínas que pueden afectar el correcto funcionamiento del cuerpo, sobre todo si la persona tiene algún problema de salud. Para ello, el consumo de leche en la tercera edad aporta importantes beneficios.
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La leche es un alimento beneficioso para las personas de la tercera edad por su contenido de proteína, calcio, fósforo y vitaminas A, D y B2.
Por un lado, las proteínas son una sustancia bastante abundante en nuestro cuerpo que participan en la conformación de tejidos y órganos, además de promover la formación de anticuerpos, imprescindibles para mantener la salud de las personas de la tercera edad.
El calcio es un mineral presente en la leche que es fundamental para la estructura y función de células y huesos. Con la leche en la tercera edad se puede ayudar a prevenir malestares óseos, los cuales tienden a ser bastante comunes.
Por último, las vitaminas A, D y B2, presentes en la leche, tienen los siguientes beneficios: la vitamina A favorece el sistema ocular, nutre la piel y el cabello, ayuda en la reparación y crecimiento de los tejidos y es antioxidante. La vitamina D mejora la salud y apariencia de encías y dientes. Favorece la salud de los huesos al asegurar la utilización óptima del calcio y el fósforo y la vitamina B2 es importante para el crecimiento del cuerpo y la producción de glóbulos rojos. Ya te imaginarás porque todas ellas son tan importantes para las personas de la tercera edad.
Es recomendable tomar al menos medio litro de leche al día cuando se trata de adultos mayores. Este consumo puede hacerse mediante leche sola, leche mezclada con café o chocolate e incluso en la preparación de salsas como bechamel o postres como natilla y flan.
Durante la tercera edad se puede tomar cualquier tipo de leche, excepto en los casos en donde hay problemas de digestión o necesidad de una dieta baja en grasa. En cuyo caso es mejor tomar leche descremada.
Fuentes
Tercera edad. Actividad física y salud