La quinoa ha recorrido un largo camino desde los estantes traseros de las tiendas naturistas hasta los pasillos de los supermercados nacionales. Su alto contenido de proteínas, sabor dulce y textura delicada, han hecho de la quinoa un sustituto popular de la pasta y el arroz con almidón (aunque una vez que la pruebes, es probable que no vuelvas a pensar en la quinoa como un “sustituto”). La quinoa es un grano fácil de amar.
La quinoa puede ser acompañada con casi cualquier cosa: curry, verduras asadas o carne y lo que se te ocurra. Es uno de los alimentos básicos preferidos por muchas personas, ya que su cocción es realmente muy rápida. Pero como no todos saben preparar una buena quinoa, aquí encontrarás algunos tips muy útiles para hacerlo.
La quinoa tiene un recubrimiento natural, llamado saponina, que puede hacer que el grano cocido tenga un sabor amargo o jabonoso. Afortunadamente, es fácil deshacerse de esta capa si enjuagas la quinoa justo antes de cocinarla. La quinoa en caja a menudo se enjuaga previamente, pero no está de más enjuagar las semillas en casa. Algunos libros de cocina sugieren remojar la quinoa, pero no es un paso realmente necesario.
Para 1 taza de quinoa cruda, necesitarás 2 tazas de agua. Esto producirá 3 tazas de quinoa cocida. Lleva la mezcla a ebullición a fuego medio-alto, luego baja el fuego y coloca la tapa.
Esto podría tomar entre 10 y 20 minutos, depende de la cantidad, pero si has comenzado con 1 taza de quinoa seca, ésta debería haber absorbido completamente el agua en unos 15 minutos. Una señal de que está casi lista es cuando se vuelve esponjosa.
Tu quinoa debe oler a nuez y ser muy fácil de esponjar con las puntas de un tenedor. Si todavía hay agua en el fondo de la cacerola, déjala un poco más de tiempo en el fuego, sin tapar. Cuando esté perfectamente cocida, pásala inmediatamente a tu platillo o espera a que se enfríe para agregarla a las ensaladas .
Con información de Epicurious
Foto de portada: Unsplash