¿Has escuchado hablar de las dietas detox o has pensado en iniciar uno de estos planes alimenticios? Estas dietas se han popularizado en años recientes, en gran parte porque diversas celebridades, como Salma Hayek, Beyoncé, Gwyneth Paltrow y Anne Hathaway, las mencionan como su secreto para mantenerse en forma y estar más saludables.

Quienes las promueven, basan sus afirmaciones en experiencias empíricas y explican que el objetivo de estas dietas es ayudar a que el organismo elimine las toxinas que se acumulan en el cuerpo debido al consumo de alimentos procesados, medicamentos, tabaco, alcohol y agua contaminada por bacterias.

Sin embargo, los expertos en nutrición argumentan que las dietas detox no cuentan con una base científica que las respalde. Además, explican que el organismo tiene procesos que se encargan de deshacerse de las toxinas que ingresan a él, los cuales se llevan a cabo en el hígado, los riñones y el sistema linfático, principalmente. Así, las toxinas se desechan naturalmente a través de la respiración, el sudor, la orina y las heces.

Las dietas detox consisten en realizar semiayunos en los que sólo se deben consumir jugos que combinan frutas y verduras. Ya que no hay una única dieta desintoxicante, existen planes muy diversos, que tienen una duración desde 1 o 2 días hasta un par de semanas. 

Uno de los principales problemas de estas dietas, de acuerdo con los nutriólogos, es que muchos de los que las realizan son personas que no llevan una alimentación balanceada y que buscan deshacerse de los kilos de más y de la culpa, luego de una temporada de excesos y mala alimentación (como las vacaciones o las fiestas de fin de año).

Además suele tratarse de personas que al no ver resultados con las dietas que prueban, pasan de una a otra e intentan diversas modalidades con las detox. Esto es un peligro para el metabolismo, y lejos de ayudar a perder peso, puede ocasionar el "efecto rebote" o hacer que el organismo acumule más grasa para compensar la falta de energía y nutrientes a la que se le somete constantemente.

Al respecto, en el año 2009, un grupo de investigadores de la asociación británica Voice of Young Science denunciaron que la palabra detox se refería a una engañosa estrategia de marketing.

Asimismo, explicaron que el hígado y los riñones son un fantástico sistema de desintoxicación, por lo que no es necesario realizar planes restrictivos de este tipo, sino simplemente llevar una alimentación balanceada. 

¿Cuál es el efecto de las dietas detox en el cuerpo?

Si realizas este tipo de dietas, tu organismo se acostumbrará a la falta de energía y nutrientes y empezará a reservarlos para cuando los necesite. Con el tiempo, ese ahorro será habitual y provocará que cada vez necesites hacer más restricciones en tu dieta para poder perder peso, lo cual puede ser riesgoso para la salud. 

Debido a la reducida ingesta de carbohidratos, el nivel de glucógeno (el combustible que dota de energía a las células de todo tu cuerpo) baja a niveles mínimos, lo que ocasiona mareos, sensación de fatiga y debilidad. Estos efectos se agravan mientras más días de dieta se realizan. 

Si pasas más de 3 días de desintoxicación, la factura pasará a tu cerebro, que no tendrá los nutrientes suficientes para trabajar adecuadamente y te hará sentir desconcentrado, irritable y con un estado de ánimo inestable. Si tienes tendencia a la depresión, a estas alturas podrías sentirte triste sin motivo alguno. 

La falta de proteínas hace que el organismo las extraiga de los músculos y las transforme en amoniaco y ácido úrico. Esto, además de hacerte perder masa muscular, provoca que esas sustancias pongan a trabajar a tus riñones a marchas forzadas para deshacerse de los elementos que genera tu "desintoxicación" y que no son saludables para tu sangre. 

Por otro lado, a partir del cuarto día, el exceso de líquido proveniente de los jugos y la falta de alimento sólido para digerir provocan desequilibrios en los intestinos y pueden hacer que te dé diarrea.

Si continúas la dieta por más de 8 días, para cuando vuelves a comer normalmente tu cuerpo tendrá menos masa muscular y será más propenso a transformar las calorías en grasa. Además, el metabolismo se altera y hace que las calorías sean más difíciles de quemar. Esto es lo que genera el "efecto rebote" de estas y otras dietas altamente restrictivas. 

Por todo esto, lo más recomendable es que evites las dietas restrictivas y elijas llevar una alimentación saludable y equilibrada, con la que no prives a tu cuerpo de los nutrientes y energía que necesita. 

Lo que sí puedes tomar de las dietas detox es su apuesta por eliminar todos los alimentos procesados, y el consumo de jugos naturales, pero no para alimentarte exclusivamente con ellos, sino para hacerlos parte de una comida balanceada. 

Con información de BBC y Women’s Health