La vitamina C es excelente aliada en la prevención de resfriados. Sin embargo, este punto ha generado controversia entre distintos expertos porque no se encuentra la evidencia suficiente para vincular el consumo de vitamina C con la fortaleza de las defensas del sistema inmune. Lo que sí existe es evidencia que relaciona la ingesta de vitamina C con la reducción del tiempo de duración de los síntomas del resfriado. Es decir, del dolor de garganta, la congestión nasal, etc. que en estudios demostraron acortarse con la presencia de vitamina C en la alimentación de los pacientes.
Más allá de el poder de la vitamina C para reducir los síntomas del cuerpo cortado o ayudar a evitar resfriados, la vitamina C también contribuye en el alivio de enfermedades cardiovasculares, a reducir la presión arterial, reducir el riesgo de ataques al corazón, y fomentar la absorción de hierro. Además, la vitamina C (también llamada ácido ascórbico) beneficia la formación de proteína para la producción de piel, tendones y ligamentos, y ayuda a sanar huesos, cicatrices y dientes.
La vitamina C no representa un riesgo para la salud de las personas si se consumen en grandes cantidades, pues al tratarse de una vitamina hidrosoluble, el exceso se elimina del cuerpo de manera natural.
Si te gusta obtener los nutrientes que tu cuerpo necesita de los alimentos que consumes, debes saber cuáles son las mejores frutas para obtener vitamina C.
Bayas rojas
Kiwi
Guayaba
Toronja
Naranja
Melón
Limón
Fresas
Ciruela Kakadu (una variedad de ciruela australiana)
Camu Camu
Acerola
Grosella negra
Mango
Lima
Frambuesa
Otros alimentos que contienen mucha vitamina C, pero que no son frutas, son el pimiento verde y rojo, el tomate, la espinaca, las coles de bruselas, el brócoli, los chiles verdes y rojos, el tomillo, el perejil y la coliflor.