La leche es uno de los alimentos más nutritivos y completos de tal manera que beberla tiene beneficios para todos los miembros de la familia, sin importar su edad. Aunque la cantidad o características de los lácteos que consumimos sí varía dependiendo de en qué momento de nuestra vida nos encontremos.
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1. En la infancia.
A partir de los 2 años se recomienda que los niños ingieran 2 tazas de leche pues los beneficios que pueden obtener en este momento crucial para su desarrollo son variados. La leche es un alimento completo cuyas grasas contribuyen a un desarrollo neurológico apropiado, los carbohidratos les dan energía y las proteínas contribuyen al desarrollo de sus tejidos. Además las vitaminas y minerales que contiene la leche ayudan su estado de bienestar general.
2. En la adolescencia.
Lo más recomendable es que los adolescentes consuman de 3 a 4 porciones de lácteos al día para obtener lo que necesitan para un adecuado crecimiento óseo. La adolescencia puede ser un momento de tensión en la relación padres e hijos a causa de la rebeldía natural que caracteriza este periodo, sin embargo hay formas creativas que pueden ayudar a que los adolescente incluyan más lácteos en su alimentación. Un postre hecho de yoghurt por ejemplo, puede ser más saludable que uno procesado y beber leche después de hacer ejercicio es mejor que tomar bebidas azucaradas.
3. En la adultez.
Se recomienda que los adultos consuman entre 3 y 4 vasos de leche al día. Pues esto tiene beneficios para la salud de sus huesos, dientes y un estudio de la Universidad de Lund en Suecia indica que consumir lácteos puede reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en adultos. Además beber leche puede ayudar a quienes tienen problemas de insomnio pues tiene una proteína natural que ayuda a mejorar el sueño: el triptófano que eleva los niveles de serotonina y melatonina.
4. Durante el embarazo.
Los nutrientes de la leche son excelentes para cubrir tus necesidades nutricionales y las de tu bebé durante su gestación. Es recomendable que las futuras mamás consuman aproximadamente 3 tazas de leche al día pues sus niveles de calcio previenen el desarrollo de presión alta y preeclampsia durante el embarazo. Además sus proteínas ayudan a la regeneración celular y formación de tejidos tanto en el útero y la placenta como del feto. Pero los beneficios de la leche para tus hijos no terminan con el parto, el consumo de leche durante el embarazo tiene una relación con un mejor peso de los bebés al nacer y un estudio reciente descubrió que también podría reducir sus posibilidades de desarrollar diabetes tipo 2.
5. La vejez.
El consumir la cantidad necesaria de calcio puede ayudar a hacer más lenta la pérdida de tejido óseo que puede resultar en osteoporosis y fracturas relacionadas. La leche y los productos lácteos pueden contribuir a incluir el suficiente calcio en la alimentación de los adultos mayores. De tal manera que a los mayores de 50 años se les recomienda consumir 700mg de calcio y un vaso de 200 mililitros leche semi-descremada equivale al 35% de la cuota de calcio diaria. Además del calcio que contribuye a la salud de los huesos la leche también puede proveer otros nutrientes importantes como la tiamina, la riboflavina y la vitamina B12.
Como verás consumir leche todos los días es una gran forma de cultivar una buena salud sin importar el momento de la vida en el que te encuentres. Un vaso de esta bebida puede ser tu mejor compañero toda la vida.
Con información de Bien Comer