Cuando vas al supermercado a comprar todo lo necesario para tu despensa ¿acostumbras leer la etiqueta de los alimentos que eliges? Y de ser así, ¿qué tan fácil o complicado te resulta entender lo que dichas etiquetas dicen?
La realidad es que la mayoría de las personas no se fija en las etiquetas y en muchos casos esto se debe a que los datos que incluyen no resultan fáciles de comprender.
En México, eso está por cambiar, pues recientemente la Cámara de Diputados aprobó reformas a la Ley General de Salud para establecer etiquetas en alimentos y bebidas no alcohólicas que incluyan información nutrimental veraz, visible y de fácil comprensión, así como programas que promuevan la alimentación nutritiva y ayuden a reducir la malnutrición.
De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el etiquetado de los alimentos es uno de los instrumentos más importantes de los que puede hacer uso el consumidor para elegir con fundamento alimentos saludables e inocuos.
Al respecto, el doctor Fernando Pérez Galaz, cirujano y director de la clínica integral de obesidad y sobrepeso Balianz, explica que para muchas personas las etiquetas son una parte irrelevante del empaque de los alimentos; sin embargo, su importancia está en la descripción del tipo y calidad de productos que se consumen.
En el 2014, el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) realizó un estudio que evaluó el etiquetado actual e incluyó estudiantes de nutrición; de ellos, solamente el 12.5% y menos del 10% del resto de los participantes (que no eran personal de salud) entendieron el etiquetado.
“Que nueve de cada 10 personas no entiendan qué es lo que comen es no tener una decisión informada que favorezca a su salud”, afirmó el especialista.
De acuerdo con el doctor Pérez Galaz, las guías de alimentación que tiene México, curiosamente vienen de Europa. Se trata de las Guías Diarias de Alimentación o GDA, y el instituto que las ideó y fabricó está patrocinado por la propia industria de alimentos ultraprocesados; desde ese punto ya se tiene un sesgo importante, así que, en opinión del especialista, no funcionan.
En contraste, Chile fue el primer país en 2016 donde hicieron cambios a nivel legal y generaron el llamado etiquetado de emergencia, el cual permite que rápidamente el consumidor tenga mayor información sobre aspectos como la concentración de azúcares, sodio y grasas, y los alimentos con alto contenido de estos elementos tienen un señalamiento que así lo advierte.
El doctor Pérez Galaz aseguró que la prevención del problema de sobrepeso y obesidad en México tiene que ver también con la información nutricional a la que pueden acceder las personas cuando van al supermercado a buscar los mejores ingredientes. “Sin la información adecuada, las decisiones no son precisamente las más saludables”.
Las etiquetas te ayudan a elegir el alimento que mejor se adapte a tu plan de alimentación, a restricciones médicas o para tomar en cuenta por alergias.
Las siguientes recomendaciones del doctor Pérez Galaz te ayudarán a leer y comprender mejor las etiquetas:
Tamaño de la porción: Es la pieza clave en el etiquetado, pues la mayoría de los alimentos incluyen más de una porción por empaque, es decir más calorías, grasas y sal. La palabra porción se refiere a una medida estándar; sin embargo, cada quien decide la cantidad de porciones que consume.
Contenido energético por porción: Se refiere a las kilocalorías y en las etiquetas generalmente se refiere a una sola porción. Las calorías indican la cantidad de energía que brinda el alimento y se obtienen de los carbohidratos, proteínas y, con más valor, las grasas (1 gramo de carbohidrato y de proteína es igual a 4 kcal, mientras que 1 gramo de grasa es igual a 9 kcal).
Unidades en las etiquetas: Se expresan en gramos, miligramos y porcentajes para indicar la cantidad de grasas, azúcares, fibra, proteína, vitaminas y minerales. Cuando se expresan en porcentaje, se refieren en una dieta base de 2 mil kcal, que es una dieta promedio. Si tiene 5% o menos, es bajo en ese nutriente; si tiene 20% o más ,se considera alto en el nutriente.
Ingredientes: En esta sección puedes encontrar la lista de productos que contiene el alimento. Recuerda que entre menos ingredientes tenga, mejor es el producto. Si empiezas a leer más de cinco ingredientes y sobre todo si no sabes qué son, sería mejor pensar en una alternativa más natural, porque puede que buena parte de su contenido sean químicos y conservadores.
En general, lo más recomendable es disminuir y evitar alimentos con alto contenido de carbohidratos (azúcares), grasas, grasas trans y sodio. Elige siempre alimentos que sean ricos en fibra, vitamina A, vitamina C, calcio y potasio.
Haz de la revisión de etiquetas un hábito y aprende a verlas como aliadas en tu objetivo nutricional, ya sea para bajar de peso, para mantenerlo o para aumentar la masa muscular.
Con información proporcionada por el doctor Fernando Pérez Galaz, de la Clínica Balianz