Existen varias personas que se quejan de los problemas estomacales que el consumo de lácteos les provocan. La mayoría de estas personas son adultos, por lo que decidimos preguntarle a un experto, la licenciada Goreti Gastaldi Quintero, nutrióloga clínica de Doctoralia, sobre este tema.
De acuerdo con la información proporcionada por nuestra experta, la relación que existe entre el consumo de lácteos en adultos y los problemas estomacales tiene que ver con la capacidad de la enzima lactasa para digerir la lactosa, un disacárido presente en los lácteos. Resulta que conforme crecemos, en especial desde los 20 años de edad, la enzima lactasa pierde un poco su capacidad para sintetizar la lactosa, y esto genera que al consumir productos lácteos podamos sentir irritación o malestares estomacales.
Sin embargo, la licenciada Quintero considera que el consumo de lácteos debe ser parte de cualquier dieta, pues aporta proteínas y vitaminas que no se deben restringir ya que forman parte elemental del correcto funcionamiento del cuerpo humano, incluso en adultos.
Por eso, la recomendación es que si eres uno de los adultos que tienen problemas para digerir los lácteos, consumas leche deslactosada o descremada, pero evites el eliminar por completo los lácteos de tu dieta. Estas opciones de lácteos contienen menos grasa saturada y son más fáciles de procesar para el organismo.
Los únicos casos en que los lácteos podrían suponer un problema y deberían evitarse es ante la presencia de colitis o gastritis crónica, pero si no es así, las personas intolerantes a la lactosa pueden consumir leche deslactosada o productos descremados, de preferencia light si se quiere reducir la ingesta de grasa.
Este texto es la primera parte de una serie donde aclararemos diversos mitos que existen en torno a la mejor manera de alimentarnos; si tienes alguna duda en particular, por favor escríbela en los comentarios para que podamos consultarla con nuestros expertos.