El aloe vera, también conocido como sábila, es una planta maravillosa en cuanto a sus beneficios. Por un lado, ayuda a humectar la piel y por eso es el típico remedio casero para aliviar las quemaduras. Además, limpia la piel e incluso la blanquea, misma razón por la que blanquea los dientes cuando se mastica su pulpa. El aloe vera también protege el estómago y ayuda a disminuir los síntomas de la gastritis.
Además de aportar enormes beneficios a las personas, el aloe vera es una planta fácil de sembrar y cultivar, siempre y cuando se tomen en cuenta sus necesidades. Por eso, no te pierdas de estos consejos para sembrar aloe vera, así como de los cuidados que necesita.
1. Aunque es una planta suculenta, el aloe vera no puede sembrarse mediante esqueje. Lo que se acostumbra es sembrarla separando los clones más jóvenes de la planta, que suelen nacer hasta abajo de la misma.
2. El aloe vera necesita de macetas grandes, pues sus raíces son pequeñas comparadas con el tamaño que la planta puede adquirir.
3. Cuando el aloe ya no cabe en una maceta lo más probable es que arroje brotes, los cuales pueden plantarse en otras macetas.
4. El aloe acumula mucha agua, por lo que es recomendable que la maceta en que se siembre tenga un hoyo mediante el cual pueda expulsar agua.
5. Al momento de sembrar evita que las hojas del aloe toquen el suelo, pues pueden contaminarse.
6. Las plantas de aloe acumulan mucha agua. Lo recomendable es regarlas hasta que la tierra esté seca unos 7 centímetros.
7. En invierno, lo mejor es regarla una o dos veces al mes, ya que entran en un estado inactivo por el frío.
8. Las plantas de aloe no necesitan fertilizantes o, si acaso, los requieren en cantidades muy pequeñas.
Otras consideraciones:
Si las hojas se tornan amarillas: Demasiada agua. Deja de regar la planta.
Si las hojas se bajan: Le hace falta mayor exposición a la luz del Sol.
Si las hojas se tornan cafés: Demasiada exposición al Sol. Lo mejor es trasladarla a una zona con sombra. De preferencia, cualquier traslado de sol a sombra debe hacerse de manera paulatina.
Si las hojas son muy delgadas: Les hace falta agua, procura regarlas un poco más, pero cuidado con no excederte, ya que el aloe requiere poca agua.
Recuerda que el aloe vera no es una planta complicada. Suele adaptarse bastante bien a casi cualquier condición, pero el apoyo de los humanos que las cuidan siempre será imprescindible para su superviviencia.