Durante el último año, en el que la pandemia ha obligado a cambiar muchos hábitos, aumentó considerablemente la compra de productos por internet. Ya que la recomendación es salir de casa lo menos posible, las ventas se incrementaron, pero con ello también aumentó la basura de un solo uso. Millones de cajas, empaques y envolturas que, apenas llegan a casa, se van al bote de la basura. El plástico burbuja es uno de ellos.
La buena noticia es que, como muchos otros de estos materiales, el plástico burbuja también se puede reciclar. Si bien es técnicamente un plástico, no entra en la misma categoría que las botellas de agua, de leche y otros recipientes similares.
De acuerdo con el código de resina que designa el plástico por su material de origen, estos productos están hechos principalmente de plásticos de polietileno de alta densidad 1 y 2. Los artículos incluidos en esas clasificaciones se reciclan fácilmente.
El plástico de burbujas, por otro lado, es un polietileno #4, de baja densidad, y se considera una película plástica. Como otros en esa categoría (como las bolsas de pan y las bolsas de tintorería), también tiende a enredarse, lo que puede crear problemas con las máquinas clasificadoras en las instalaciones de reciclaje.
En los últimos años, los fabricantes han lanzado versiones "más ecológicas" de la envoltura hecha de plástico reciclado. Sin embargo, dado que muchos consumidores no están seguros de qué hacer con el plástico de burbujas sobrante, la mayor parte llega a los tiraderos de basura. Su construcción de polímero plástico significa que no se biodegradará.
Cuando se trata de enviar por correo un artículo frágil o envolver las pertenencias del hogar, el papel de periódico, el papel kraft o el cartón son mejores opciones.
Cuando puedas, intenta encontrar otros usos para el plástico burbuja antes de tirarlo o enviarlo a reciclar. Es probable que exista al menos una forma más de reutilizarlo. Es importante que conozcas las especificaciones de los centros de reciclaje, que en general piden que esté limpio y seco.
Si no te es posible elegir las opciones anteriores, busca formas de reutilizar el plástico burbuja antes de tirarlo. Reutilizar, en lugar de reciclar, es siempre una buena primera opción, ya que el proceso de reciclado genera su propia contaminación, residuos y consumo de energía. A menos de que se rompa o reviente, el plástico burbuja puede soportar años de desgaste.
Utilízalo en casa para almacenar. Hay muchos lugares donde sería útil. Úsalo la cocina, como cojín entre platos. En el baño, forra los recipientes de almacenamiento que contienen líquidos o geles como barrera protectora contra fugas y derrames. Los adornos navideños, fotos enmarcadas, libros y reliquias familiares se pueden envolver individualmente para guardarlos. También puedes recortarlo y utilizarlo para proteger del polvo tu ropa en el armario.
Y como último recurso, siempre puedes hacer estallar las burbujas de aire. Está científicamente comprobado que ayuda a reducir el estrés, además de ser algo muy satisfactorio.
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