La biodiversidad del Amazonas es impactante. Esta zona natural alberga el río más caudaloso del mundo, árboles de más de 500 años de edad, delfines rosados y más. Pero más allá de ser un magnífico entorno que refleja el patrimonio natural del planeta, es ahí donde crecen 38 frutas nativas y exclusivas de este ecosistema y es hogar de especies que podrían salvar al género humano. Tal es el caso del “hongo comeplástico”, científicamente llamado Pestalotiopsis microspora, el cual sobrevive con una dieta de poliuretano, uno de los productos sintéticos más contaminantes del mundo, en un ambiente sin oxígeno. En otras palabras, esta especie podría ayudar a eliminar los desechos de plástico en condiciones como las que se dan en los vertederos.
Cada año se producen entre 7 y 10 mil millones de toneladas de residuos urbanos en el mundo y su gestión inadecuada se ha transformado en uno de los principales problemas medioambientales, de salud y económicos. Un ejemplo claro de ello es que a falta de sistemas de reciclaje, separación y reutilización, los países tiran aproximadamente 9 millones de toneladas de plástico al mar cada año, causando la contaminación de las aguas y la muerte de un sinfín de especies.
Entonces, el hongo del Amazonas podría ser la panacea para contrarrestar los daños generados al planeta a partir de la invención y uso cotidiano del plástico; y es que, a pesar de que se realizan constantemente investigaciones para crear materiales igualmente resistentes, baratos, duraderos y con propiedades como la de ser transparentes, los resultados de los estudios aún no han arrojado la posibilidad de usar otro material que, a diferencia del plástico, sea biodegradable.
El descubrimiento del hongo que come plástico fue fruto de una expedición de la Universidad de Yale en el Amazonas. Lo que los estudiantes encontraron fue que el hongo posee enzimas que le permiten degradar el plástico para luego consumirlo. Aunque los resultados del hallazgo aún se encuentran en fase de investigación, la noticia esperanzadora está abriendo nuevos caminos de estudio para la ecología, la rama de la biología que estudia la interacción entre los seres vivos y el medio ambiente.