Angustia, confusión, tristeza y miedo son emociones normales tras un evento traumático como el sismo que vivimos el 19 de septiembre. Parece que el tiempo se detuvo en ese momento en el que todos nos volvimos lo mismo: una persona corriendo para salvarse y después ofuscada por la destrucción y el dolor.
La intención de ayudar a los más afectados y el seguimiento de la información de los rescates que nos mantienen con esperanza, han marcado estos días. La reconstrucción será un proceso largo y es importante que nos mantengamos atentos a lo que se requiera, pero también es tiempo de empezar a recuperar nuestras actividades. La transición generará sentimientos que, sumados al impacto interior del sismo, demandan mucha atención y conciencia.
Te comparto algunas ideas para avanzar hacia la siguiente fase de esta delicada coyuntura, sin dejar de hacer comunidad:
–No sientas culpa por querer recuperar tu rutina; de hecho, hacerlo te ayudará a superar el impacto emocional del sismo.
–Libera tus sentimientos, todos son válidos y hay muchas formas de procesar lo sucedido. Tal vez tú, en lugar de miedo, sientas coraje o enojo.
–Como no todos sentimos igual, evita juzgar las reacciones de los demás. Concéntrate en lo relevante a nivel personal y social.
–Lo mismo aplica en las redes sociales. No critiques a quienes suben sus fotos mientras ayudan o a quienes eligieron hacer labor de difusión en lugar de acudir a los sitios. Todos estamos tratando de poner nuestro granito de arena y eso es lo que importa, lo demás son formas.
–Crea círculos de empatía: escucha cómo lo vivieron los demás y comparte tu experiencia. Sin juicios y con el corazón abierto se ayuda mucho.
–Si tu vivienda quedó desordenada o empolvada haz una limpieza profunda y acomoda todo en su lugar. (Yo hice esto ayer y en verdad me hizo sentir mejor).
–Ve paso a paso, un día a la vez. Seguramente primero será el trabajo o la escuela, después el súper o el ejercicio. Deja que fluya hasta restablecerse por completo.
–Meditar es una buena forma de canalizar la energía y estabilizarte. Prueba esta opción.
–Si crees que padeces estrés postraumático, atiéndete. Hay a quienes les toma semanas e incluso meses reponerse de una impresión tan fuerte. Busca la orientación de un profesional.
–Mantente al tanto de las necesidades, no sólo de la Ciudad de México sino de todos los estados afectados. Seguir conectado a la ayuda humanitaria te dará tranquilidad.
Además de los damnificados por los derrumbes, hay miles de personas que ya no podrán regresar a su rutina porque sus viviendas van a ser demolidas por inseguras. Detecta si hay algún caso así en tu red y, si tienes espacio, ábrele las puertas de tu casa.