En esta temporada en que la lluvia puede generar inundaciones (con todos los problemas que ellas implican), sobre todo en las ciudades que tienen problemas con sus sistemas de drenaje, como es el caso de diversas zonas de la Ciudad de México, el Observatorio Hidrológico del Instituto de Ingeniería de la UNAM es una herramienta de gran utilidad.
Este proyecto, que surgió como respuesta a la necesidad de atender emergencias y adaptar el drenaje a eventos de precipitación de alta intensidad en un tiempo muy corto, se dedica a difundir los lugares donde llueve y la cantidad de agua que cae.
De esta manera es posible prevenir los desastres provocados por la lluvia, mantener a salvo a los ciudadanos y ayudar a las autoridades a tener más herramientas para la toma de decisiones, gracias a la medición de la lluvia en tiempo real.
¿Y cómo lo hacen? Con ayuda de un medidor óptico láser se hace un conteo de las gotas de agua, la velocidad a la que caen y la energía cinética que producen. Esa información llega a una microcomputadora y de ahí se envía a un servidor que se encarga de compartirla. Así, en menos de 1 minuto, la estación hace la medición y la transmite a través de internet.
Los datos recopilados por el Observatorio Hidrológico se dan a conocer en la página del Instituto de Ingeniería (www.oh-iiunam.mx), en la cuenta de Twitter @OH_IIUNAM y mediante correos electrónicos que se envían a las autoridades de SACMEX Y CONAGUA, organismo que desde el 2016 considera esta información para su toma de decisiones.
Es importante aclarar que esto no es un pronóstico de lluvias sino una observación en tiempo real de cuánto ha llovido para conocer los posibles impactos que se pueden tener, como encharcamientos e inundaciones, y así poder tomar las medidas necesarias para evitarlos en el futuro y para que afecten lo menos posible a la población.
Actualmente el Observatorio Hidrológico cuenta con 10 estaciones ubicadas en diversos puntos de la Ciudad y en la zona en la que se ha puesto mayor atención es la poniente, ya que debido a su orografía es más propensa a verse afectada por las lluvias. Cada una de estas estaciones es energéticamente autónoma, pues se alimenta de un panel solar y una batería para dar soporte las 24 horas.
Por otro lado, se espera que este proyecto se pueda ampliar, y para ello se requiere que sea aprobada su propuesta para extenderse a 40 estaciones de medición en la Zona Metropolitana para finales del 2017.