En una medida digna de celebrarse, la Unión Europa ha anunciado una guerra en contra del plástico. La entidad rectora europea ha anunciando que para el 2030 todo empaquetado o evoltorio de un producto deberá ser reciclable o reutilizable. Además, invertirán 350 millones de euros en investigación para modernizar y hacer más ecológica la producción del plástico.

La prioridad, según Frans Timmermans, vicepresidente de una comisión encargada de supervisar el uso de estos materiales, es que dejen de existiir "los plásticos de uso único que toma 5 segundos producir, usas por 5 minutos, pero toman 500 años en descomponerse". Igualmente la comisión ha dicho que se busca asegurarse de que "en 50 años no haya más plástico en el océano que peces". Todos hemos visto esas imágenes de vórtices enormes de plástico flotando sobre el mar, imágenes de una próxima destrucción si no se toman medidas. (Aquí puedes ver una deprimente e impactante muestra de los mares de plástico de Centroamérica).

El problema de la contaminación de plástico puede además transformarse en la contaminación de nuestro alimento, ya que se ha notado que algunos peces están comiendo pedazos en proceso de decomposición. Así que el plástico regresa a nuestra mesa.

Igualmente, la campaña busca informar a las personas y especialmente a los niños sobre los efectos de utilizar plásticos de único uso como los popotes o pajillas para beber sodas. Otra cosa similar es el uso de bolsas de plástico en supermercado, algo que ya se ha prohibido en varias ciudades pero, evidentemente, debería prohibirse en todos lados. Mientras tanto, por supuesto, los ciudadanos pueden tomar la iniciativa y adquirir una bolsa de múltiples usos. La comisión señala que, a fin de cuentas, se trata de una cuestión de cambio de mentalidad.