El mundo cambia con rapidez. Con ello, el núcleo familiar también se transforma, al igual que el papel que desempeñan las mujeres y las niñas en él. Por tal motivo, la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres) y El Colegio de México (COLMEX), presentaron un informe global titulado "El Progreso de las Mujeres en el Mundo 2019-2020: Familias en un mundo cambiante".

Belén Sanz Luque, representante de ONU Mujeres en México, señala que en países de ingresos medios, como México, se debería asignar al menos 5% del producto interno bruto (PIB) para cerrar las brechas en ingreso, salud y cuidados, es decir, "para garantizar que las familias –todo tipo de familias– sean espacios de igualdad, exentos de discriminación".

Sanz Luque afirma que es prioritario avanzar en una agenda integral con tres componentes principales: reformas legales, políticas públicas y recursos fiscales suficientes.

La participación laboral de las mujeres se encuentra estancada después de aumentos importantes en décadas pasadas, mientras que la participación en la migración por motivos laborales ha ganado terreno frente a los motivos familiares.

Silvia E. Giorguli Saucedo, presidenta de El Colegio de México, señaló que "las familias en México están en un proceso de cambio, al igual que el papel que desempeñan las mujeres dentro de ellas. A pesar de su mayor participación en el trabajo remunerado, las mujeres se mantienen como las proveedoras principales del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado en los hogares".

Los resultados del informe global muestran que, en la actualidad, no se puede hablar de un modelo de familia "normal" sino de una diversidad de familias que existe en todo el mundo. Asimismo, el informe ofrece sólidas recomendaciones para garantizar que las leyes y las políticas respondan a las necesidades de las familias y sus miembros, especialmente a las de las mujeres y las niñas.

Entre los datos globales destaca que aumentó la edad en que las mujeres se casan, y en algunas regiones retrasan el matrimonio o eligen vivir en unión libre, en lugar de casarse. Mientras que el matrimonio infantil aún es frecuente, al igual que la maternidad adolescente.

El papel de la mujer en la sociedad mexicana

El siguiente es un panorama de la diversidad de hogares y familias que conforman la sociedad mexicana:

• Entre 1990 y 2010, los hogares conformados por parejas con hijas/hijos disminuyeron de manera relevante para dar paso a los hogares extensos, es decir, aquellos que tienen otros parientes que comparten la vida familiar bajo el mismo techo. Así, los primeros descendieron de 57.7% a 45.4%, mientras que los segundos pasaron de 20.5% a 25%; una parte de este aumento se debe a los hogares donde conviven tres generaciones: abuela y/o abuelo, madre y/o padre e hijas o hijos, con o sin otros miembros.

• 1 de cada 5 mujeres mexicanas se casó o unió antes de cumplir la mayoría de edad. Esto implica una alta probabilidad de abandono escolar y de no completar la educación media superior o superior, lo cual, entre otras cosas, las coloca en desventaja y les impide ejercer otros derechos como la salud, la autonomía y la libertad.

• En los estratos socioeconómicos muy altos, por cada tres mujeres que realizan trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, sólo un hombre realiza el mismo trabajo. Mientras que en los estratos socioeconómicos muy bajos, esta diferencia se amplía considerablemente: 4.5 mujeres por cada hombre realizan este trabajo.

• A la par del aumento de la población mexicana en Estados Unidos entre 1980 y 2017, también se ha dado un notable incremento en el número de hogares encabezados por mujeres. En ese lapso, la jefatura de los hogares dejó de ser mayoritariamente masculina; ahora, cuatro de cada 10 personas que encabezan un hogar son mujeres.

La diversidad de las familias mexicanas es evidente, por lo que se espera que los responsables de la formulación de políticas, activistas y la sociedad en su conjunto consideren la transformación que se requiere en espacios de igualdad y justicia, en los que las mujeres tengan voz y capacidad de elección, además de garantizar su seguridad física y económica, lo cual es indispensable para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU para hacer de este un mundo mejor para todos.

Algunas de las recomendaciones que se plantean en la publicación son:

1. Garantizar servicios públicos accesibles y de calidad para apoyar a las familias y promover la igualdad de género.

2. Garantizar el acceso de las mujeres a ingresos propios adecuados.

3. Proveer tiempo, dinero y servicios para cuidar dentro y fuera de la familia.

4. Implementar políticas y normas migratorias orientadas a las familias y a los derechos de las mujeres.

5. Mejorar las estadísticas sobre familias y hogares con enfoque de género.