Uno de los problemas ambientales que ha cobrado mayor relevancia en los últimos años es el daño que provoca el desecho de los múltiples aparatos eléctricos y electrónicos cuando llegan al término de su vida útil, ya que en sus componentes incluyen sustancias tóxicas que contaminan la tierra y el agua, así como materiales que no se degradan en mucho tiempo.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en México se generan alrededor de 358 mil toneladas de residuos electrónicos al año, de los cuales sólo el 10% se recicla de manera formal, mientras que un 40% permanece almacenado en casas y bodegas y el 50% restante llega a estaciones de transferencia o a manos de recicladores informales (chatarreros), rellenos sanitarios o tiraderos no controlados.

Si estos residuos, conocidos como basura electrónica, no son tratados de una forma adecuada, pueden liberar materiales tóxicos en el ambiente, los cuales contaminan la tierra, el aire y el agua y constituyen un peligro tanto para la ecología como para la salud de humanos, animales y plantas. Por ello es importante que no se mezclen con los demás residuos y basura que se genera en el hogar.

De esta manera, con el objetivo de dar a las personas una alternativa para no tirar a la basura los aparatos que ya no utilizan y aprovechar estos residuos para su reciclaje, en la Ciudad de México se realiza el acopio de residuos electrónicos y eléctricos conocido como Reciclatrón.

Este evento se lleva a cabo una vez al mes durante dos días, y en cada edición cambia de sede para acercarse a un mayor número de personas. Si tienes basura electrónica, checa el calendario para este año y agenda tu visita al Reciclatrón cuando se encuentre más cerca de ti. 

Los productos que puedes entregar en el Reciclatrón se dividen en cinco categorías:

Categoría tipo A: teclados, impresoras, faxes, DVDs/VHS/Beta, MP3, miniconsolas, cámaras fotográficas, cámaras de video, PDAs, escáner, minicomponentes, radiograbadoras, consolas amplificadoras, teléfonos fijos, teléfonos inalámbricos, proyectores, reguladores no-break, mouse, radios, radios de coche, multiplexores, amplificadores/bocinas, ecualizadores, microondas, aspiradoras, licuadoras, planchas, lavaplatos, secadoras de platos, cafeteras, secadoras de pelo, motores. 

Categoría tipo B: CPUs, monitores, laptops, minilaptops, discos duros, tarjetas varias y televisiones.

Categoría tipo C: celulares y pilas.

Categoría tipo D: cargadores, cables, discos y películas.

Categoría tipo E: balastras, monitores, pantallas, pilas alcalinas, transformadores, TVs, lámparas, refrigeradores, tóners.

Los residuos electrónicos y eléctricos que se juntan durante las jornadas del Reciclatrón son trasladados a empresas que se dedican a separar sus componentes para reciclarlos y desechar adecuadamente lo que ya no puede reutilizarse, de modo que no afecte al ambiente. 

Con los materiales que se reciclan se elaboran carcasas de nuevos aparatos electrónicos y eléctricos, válvulas de cobre, conductores eléctricos, cancelería de aluminio, perfiles, mallas de acero y clavos, entre otros productos.