Los vecindarios han cambiado con los años. Antes, la comunidad era distinta; todo ocurría de una manera más local y familiar. Se compraba en la tiendita de la esquina, los niños jugaban todas las tardes en las calles, se volaban papalotes en las azoteas y se acudía al mercado por fruta, verduras y carne fresca. También la relación con los vecinos era diferente; todos tenían más tiempo para convivir y conocerse, además de tener siempre la disposición de ayudar al otro.
Cada vecindario tiene su propia personalidad. Algunos son más abiertos a las convivencias entre vecinos e incluso fiestas (aun con calle cerrada), mientras que otros son para personas que gustan de la paz, la tranquilidad y las historias de puertas para adentro. Independientemente del estilo de vecindario en el que vivas, hay ciertas reglas de etiqueta que debes seguir para ser un buen vecino. El objetivo es vivir en paz y armonía. Sigue estos tips sobre cómo ser un buen vecino.
Nadie espera que seas tan silencioso como un ratón, pero debes respetar ciertas reglas básicas sobre hacer escándalo. Mucho depende de dónde vivas, el tipo de vivienda que habites y el estilo de vida de tus vecinos. El ruido que se tolera en un vecindario de casas habitadas por familias es diferente al de edificios de departamentos habitados en su mayoría por jóvenes solteros o parejas. Algunas reglas básicas sobre el ruido:
Sigue las reglas de oro para ser un buen vecino. Tus vecinos son personas que verás todos los días, o al menos muy a menudo. Sería muy incómodo para todos encontrarse de frente y sentirte señalado por tu mal comportamiento. Ser un buen vecino puede incluir:
No importa qué tanto te guste la fiesta, siempre y cuando no moleste a tus vecinos. Un poco de escándalo de una sola noche puede ser perdonado, pero la fiesta cada fin de semana no será bien vista. Sé considerado con tus vecinos cuando se trate de una fiesta. Sigue estas reglas:
Al hacer un esfuerzo por ser un buen vecino, crearás un buen ambiente con los que viven a tu alrededor. El vecindario será más amigable y te sentirás más cómodo al llegar a casa; además, es importante mantener esos lazos, pues nunca sabes cuándo vas a necesitar de los demás.
Con información de The Spruce