Este 15 de junio se celebra el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez. Esta fecha tiene el objetivo de crear conciencia sobre la importancia de tratar a los ancianos con respeto, ayudarles a tener una vida digna y evitar el maltrato, tanto físico como psicológico, emocional y sexual, así como el abuso de confianza en cuestiones económicas.
Muchas veces el maltrato pasa inadvertido, ya que suele ocurrir en la esfera doméstica o al interior de los asilos, donde sólo quienes se encuentran ahí saben lo que pasa tras los muros. Y es algo que sucede tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados.
Al igual que ocurre con otros tipos de maltrato, no hace falta que haya violencia física para que éste exista. Muchas veces el maltrato se da al mantener a las personas de la tercera edad aisladas en la casa o al dejarlas abandonadas en los asilos, al no brindarles la atención que necesitan, al no tenerles paciencia y al hacerlos sentir mal mediante actos o palabras.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) calcula que entre el 4% y el 6% de las personas mayores de todo el mundo ha sufrido alguna forma de abuso y maltrato. Además, el organismo estima que, para 2050, la población mundial de 60 años o más será de alrededor de 2 mil millones de personas.
Por ello, la ONU hace un llamado para entender que el maltrato a las personas mayores es un problema social mundial, que afecta la salud y los derechos humanos de millones de personas mayores en todo el mundo. Esto lo convierte en un problema que merece la atención de la comunidad internacional.
Para erradicar esta problemática es necesario que se eliminen los estereotipos y los estigmas sobre la vejez y que al interior de las familias se desarrollen puentes intergeneracionales para evitar que los ancianos permanezcan aislados.
Aunque el cambiar las políticas internacionales sobre el trato que se le da a las personas mayores no está en tus manos, lo que sí puedes hacer es que la vida de los ancianos que están a tu alrededor sea más agradable: tus abuelos, padres, tíos, suegros.
Ayuda a que se sientan integrados al involucrarlos en los planes y actividades familiares. También es bueno que se sepan útiles, así que si quieren ayudar con algo, deja que lo hagan. Quizás sus habilidades físicas hayan disminuido, pero en ellos vive toda la experiencia, una gran cantidad de conocimientos y la sabiduría que les han dado los años.
Escúchalos. A las personas mayores les encanta compartir sus experiencias y contar sus anécdotas. No los prives de ese gusto y escúchalos, seguro tendrán muchas cosas interesantes por compartir. Y sí, puede pasar que te cuenten lo mismo una y otra vez. Puede ser porque es una anécdota que en especial les trae buenos recuerdos, o porque se les olvida que ya te la contaron. No importa; escúchalos con paciencia y muestra interés en su plática.
También es importante que les brindes la ayuda y atención que necesitan. Quizás su lucidez siga intacta, pero si se les dificulta realizar acciones como caminar, subir y bajar escaleras, ir al súper o al mercado, o preparar sus alimentos, puedes ayudarles a hacerlo y acompañarlos a donde necesiten ir, siempre que te sea posible.
De la mano del punto anterior viene la paciencia. Cuando los acompañes o realices actividades con ellos, muéstrate comprensivo y empático, ya que, según su edad y condición, podrían tardar más en hacer las cosas o caminarán con lentitud.
Cuando vayas en la calle, procura ayudar también a los ancianos que veas, aunque no los conozcas. Puedes darles en asiento en el transporte, ayudarlos a cargar sus cosas o a cruzar la calle, por ejemplo.
Y si quieres ir más allá con el apoyo hacia las personas de la tercera edad, visitar un asilo puede ser una excelente idea.
En estos lugares suelen necesitar donativos de diferentes artículos de higiene y uso diario, y los ancianos también agradecerán tener un momento de compañía y alguien con quién platicar.
Puedes organizarte con tus familiares y amigos y establecer un día al mes, por ejemplo, para visitar el asilo que les quede cerca, o el que sepan que requiere más ayuda.
Para terminar, lo primordial cuando convivas con personas mayores es que las trates con el mismo respeto que a cualquier otro individuo y que muestres empatía, paciencia y comprensión al tratar con ellos. Ten presente que, probablemente, algún día estarás en ese lugar.