Tener hijos o no es una de las decisiones que marcarán tu vida y que no tienen marcha atrás. Ante el panorama actual, en el que cada vez más personas deciden postergar la paternidad o de plano no quieren tener hijos, es importante que las parejas toquen el tema para que tengan claro si sus proyectos de vida van o no en la misma dirección.

Generalmente se recomienda no hablar de matrimonio e hijos muy pronto, sino hasta que la relación se torna “seria y formal”, ya que la otra persona podría sentirse presionada y salir huyendo. 

Sin embargo, dadas las condiciones actuales, en las que la paternidad ha dejado de ser la prioridad y el plan futuro de muchos, es mejor saber a tiempo lo que opina tu pareja al respecto.

Si te encuentras en el punto en el que las relaciones casuales ya no son para ti y has decidido que quieres establecerte con alguien (sea con o sin matrimonio) para compartir tu vida con esa persona, es recomendable que dejes claros tus planes futuros desde que empiezan a conocerse.

Quizás no desde las primeras citas, pero sí en una etapa temprana de la relación, debe surgir el tema de los hijos. Porque muchas veces pasa que uno de los miembros de la pareja desea tenerlos cuanto antes (en especial cuando se trata de la mujer, ya que en su caso sí hay una edad límite para la maternidad), mientras que el otro prefiere postergarlo o ha decidido no tenerlos.

Así, al saber si tu pareja y tú tienen planes de vida muy distintos, puedes decidir si quieres arriesgarte y seguir con esa persona, o si optas por cortar con esa relación a tiempo e ir en busca de alguien que comparta tus sueños. De esta manera, evitan hacerse perder el tiempo mutuamente y tener mayores conflictos cuando la relación avance, estén enamorados y se den cuenta de que sus vidas van en direcciones opuestas.  

Es importante que tengas claro que el hecho de que tu pareja no comparta los mismos planes y sueños que tú no significa que sea una mala persona, simplemente es alguien diferente, con una historia de vida, ideas, planes y sueños distintos. Por ello, estos temas deben tratarse con empatía y respeto por la forma de pensar del otro.

También debes saber que no es buena idea esperar que con el tiempo tu pareja cambie de parecer, porque si eso no ocurre, te sentirás frustrado y surgirán en ti sentimientos de rencor hacia esa persona. Tampoco debes presionar para que renuncie a sus ideales y se sume a los tuyos, y mucho menos mentir para hacerle creer que opinas lo mismo, con tal de que se quede contigo. Piensa que ser padres es algo que debe decidirse desde el amor, no desde el miedo o la presión.

Así que, si empiezas a salir con alguien y la idea es hacer de esa una relación duradera y con planes a futuro, busca el mejor momento para abordar el tema sobre sus proyectos de vida, incluyendo, por supuesto, el de tener o no hijos, y recuerda todo el tiempo ser empático y comprender el punto de vista del otro sin juzgarlo y sin pretender cambiarlo.