Las relaciones humanas en general suelen ser complicadas debido a que entran en juego las personalidades, historias de vida, inseguridades y prejuicios de los involucrados, que muchas veces chocan o están en un desequilibrio tal que propicia situaciones de manipulación y abuso, como el gaslighting.

 

Aunque al hablar de gaslighting lo más habitual es vincularlo con las relaciones de pareja, este tipo de manipulación emocional también se da entre amigos, en el ambiente laboral, entre hermanos y entre padres e hijos, y no sólo con los niños, sino también con los hijos adultos. 

 

Gaslighting es un patrón de abuso emocional en el que la víctima es manipulada hasta el punto de hacerla dudar de su propia percepción, cordura o memoria. Como resultado, la víctima puede sentirse ansiosa, confundida o depresiva y termina por creer que el manipulador tiene razón, mientras que ella es quien está mal y percibe las cosas de forma distorsionada.

 

Las personas que manipulan a través de gaslighting suelen usar algunas frases que anulan el sentir y la opinión de la otra persona, como las siguientes:

• Estás loco.
• Haces un escándalo de la nada.
• Eres demasiado sensible.
• Te lo digo porque te amo (como justificación al decir algo que hiere a la otra persona).
• Te lo dije; debiste hacerme caso.
• Eres demasiado emocional.
• Deja de ser dramático.
• Malinterpretas las cosas.  

 

Los siguientes son algunos signos de que los padres aplican la manipulación por gaslighting a sus hijos y algunas recomendaciones para lidiar con ello si te encuentras en esa situación. 

 

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Señales de gaslighting en los padres

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Ignoran la experiencia subjetiva de sus hijos

Una señal de gaslighting es cuando un padre niega las experiencias vividas por su hijo. Por ejemplo, si el hijo habla de una experiencia en la que se sintió socialmente aislado por sus seres queridos o asustado por la reacción de sus padres y la respuesta de los padres es una negación del evento o alguna de las frases mencionadas, eso es un indicio de este tipo de manipulación.

 

Si un padre cuestiona constantemente la realidad de su hijo, es una señal de este tipo de manipulación. Negar, minimizar o anular lo que el hijo siente o piensa respecto a diferentes situaciones es invalidar sus sentimientos, lo que puede ser dañino para su autoestima y desarrollo personal. 

 

Los padres asumen el rol de víctimas

Jugar a la víctima es una tendencia común de narcisistas encubiertos, psicópatas y manipuladores por gaslighting. En una relación padre-hijo afectada por este tipo de manipulación los padres pueden negarse a asumir su papel en un problema y actuar como si siempre fueran ellos los perjudicados, de modo que en los conflictos que surgen siempre se colocan como las víctimas, aunque en realidad el problema haya surgido por causa suya.

 

Los padres hacen sentir culpables a sus hijos

De la mano del punto anterior, los padres que abusan mediante gaslighting suelen canalizar la culpa hacia sus hijos, al hacerles sentir que lo que está mal en la relación es ocasionado por ellos.

 

Además, en lugar de ser un apoyo emocional, los padres manipuladores hacen que sus hijos se sientan peor ante cualquier situación difícil en la que se encuentren, ya sea un error, un fracaso o un factor estresante del día a día, al echárselos en cara constantemente y hacerles ver que, por no seguir sus consejos, cayeron en esos errores.

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Los padres son demasiado controladores

Otro signo se da cuando un padre usa un estilo autoritario de crianza y evalúa a sus hijos a través del lente de la obediencia. En otras palabras, los padres buscan controlar lo que a su hijo le debe gustar, desagradar, valorar y en lo que debe creer.

 

Esto crea personas temerosas e indecisas, que se ven desafiadas por la comprensión de sus propios sentimientos, opiniones y deseos o necesidades y que no saben cómo seguir su propio camino, pues sus padres siempre han decidido y elegido por ellos.

 

Los padres sobreprotegen a sus hijos

Si bien es cierto que en los padres está la responsabilidad de cuidar y proteger a sus hijos, también es cierto que todo en exceso es malo, y cuando se sobreprotege, lejos de hacer un bien, se hace un mal a largo plazo.

 

Muchas veces, los padres están más enfocados en hacerse amigos de su hijo que en ser padres, entonces intentarán protegerlo de emociones difíciles, como tristeza, decepción y soledad, con lo cual lo vuelven incapaz de experimentar o hacer frente a esas emociones naturales.

 

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¿Por qué los padres recurren a este tipo de manipulación?

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Hay muchas razones por las que un padre puede volverse manipulador. En muchos casos, el comportamiento es una consecuencia de su propia crianza y educación. El narcisismo, la inmadurez emocional, la necesidad de atención y la vergüenza profundamente arraigada son otras posibles causas para cometer este tipo de abuso.

 

Si una persona crece en un ambiente en el que sus padres aplican esta forma de manipular, es posible que crezca con la creencia de que eso es lo normal en la relación padre-hijo, así que no será consciente de cuán manipuladoras o dañinas son sus acciones cuando se convierte en padre.

 

Otros padres pueden hacerlo como una respuesta al sentirse abrumados y proyectar sus propias heridas internas, inseguridades y experiencias pasadas en sus hijos. Esto hace que su hijo se sienta incomprendido, solo, desconectado y, a menudo, enojado. Y también puede dañar su sentido de autoconfianza y autoestima.

 

Cómo lidiar con el gaslighting

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Reconoce el problema y hazlo consciente

El primer paso es ser capaz de reconocer y comprender que tus padres son manipuladores. Trabajar con un terapeuta y educarte sobre los signos del gaslighting puede ser realmente útil para esto.

 

Verifica los hechos

Dado que muchos padres que usan gaslighting tienden a negar lo sucedido al descartar o invalidar los sentimientos, emociones, opiniones y recuerdos de sus hijos, es importante comprobar la realidad. 

 

Revisa los hechos y los datos para recordar lo que es real y no quedarte con la realidad distorsionada que tus padres crearon a través del gaslighting. Para ello puedes consultar con alguien de tu confianza que haya presenciado los hechos y pueda validar tu experiencia.

 

Establece límites

Aunque tus padres merecen todo tu amor y respeto, cuando no son capaces de reconocer sus errores ni admitir que te han manipulado, lo mejor es que pongas límites. 

 

Una solución sería acudir juntos o por separado a terapia para superar la situación, pero si ellos no quieren hacerlo, continúan con su negación o pretenden poner de nuevo la culpa en ti, incluso sería saludable para ti que pongas distancia con ellos y empieces a frecuentarlos sólo lo indispensable. 

 

Es necesario que identifiques tus propias necesidades para preservar tu energía emocional. Si la relación es demasiado tóxica puedes elegir distanciarte sin sentirte culpable, pues recuerda que tu salud mental y emocional es una prioridad.

 

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