La codependencia, que se puede definir como una adicción a las personas, es algo más común y problemático de lo que crees. Al igual que otras adicciones, la persona afectada necesita con tanta angustia lo que ocasiona su adicción, que en este caso es la compañía del otro, que es capaz de aceptar cualquier cosa con tal de no perderla.
Cuando esa relación se pierde y la persona codependiente se queda sola, incluso presenta algo similar al síndrome de abstinencia. Por estas razones, la codependencia atenta contra la autoestima y la salud emocional e interfiere negativamente en la vida social de quien la padece, al generar vínculos contraproducentes a su alrededor.
Al respecto, la psicoterapeuta Norma Farca Hamui explica que cuando una persona se siente insegura y con el deseo de llenar un vacío, busca la forma de satisfacer sus necesidades en otras personas.
De acuerdo con la experta, la codependencia es una forma desadaptada de relacionarse, que muy probablemente tiene su origen en las relaciones familiares que no proporcionaron un apego seguro durante la infancia.
El apego seguro es el vínculo emocional que desarrolla el niño con sus padres (o cuidadores: tíos, abuelos, etcétera), el cual le da la aceptación y protección incondicional que necesita, así como la seguridad emocional indispensable para un buen desarrollo de la personalidad.
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Para empezar, es necesario tener claro que una adicción es aquella conducta que se instala y crea dependencia respecto a una sustancia, conducta o persona. Al principio es algo atractivo y gratificante, parece que mejora el estado de ánimo y llena un vacío. Pero luego ocasiona sufrimiento, afecta la estabilidad emocional y mental, y sólo hace que el vacío sea mayor.
La codependencia o adicción a las personas se da cuando el comportamiento del otro ocupa toda la atención, en demérito de los propios intereses y el propio bienestar. Esto, con el tiempo, hiere la autoestima y afecta la salud emocional.
Según explica Farca Hamui, cuando la codependencia se da en las relaciones de pareja, es muy frecuente que se inhiban ciertos deseos personales por “miedo de que el otro se ofenda”. También se suelen limitar las relaciones con amigos o se frena la posibilidad de tener un hobby. Aun cuando sea de una forma leve, cuando se siente el condicionamiento de la relación como un freno a la libertad y el despliegue personal, hay codependencia.
En la base de esas limitaciones está el miedo. El miedo coarta y empobrece el vínculo y anula la alegría de estar vivo. Si el poder se ejerce sobre otra persona, las posibilidades no son equitativas y el sufrimiento está presente. Pero la codependencia también está presente en otros vínculos. Se puede dar en cualquier tipo de relación: padres, hermanos, amigos, jefes o compañeros de trabajo. Siempre la forma de detectarlo es a través de la vivencia del miedo de ser uno mismo. El miedo a no ser querido si se muestra tal como es.
Hamui da las siguientes recomendaciones para desintoxicarse de alguien:
Lo primero que hay que tener en cuenta es que la relación más importante es con uno mismo. Y es allí donde se debe comenzar a cultivar el afecto hacia sí mismo. A través de una adecuada autovaloración y seguridad propia, se avanzará hacia otras relaciones de verdadero amor, basadas en el respeto.
Las pautas básicas a seguir son:
Si tienes adicción a personas ten en cuenta que para superarla, la clave es saber que tu felicidad debe depender de ti, no de estar con alguien. Si consideras que necesitas ayuda para salir de la codependencia, no dudes en consultar a un especialista para que te guíe y te apoye en el proceso de entender y solucionar esa adicción.
Información proporcionada por la psicoterapeuta Norma Farca Hamui
Contacto: normafarca@gmail.com