Aunque a veces son necesarias, las rupturas nunca son fáciles, en especial cuando todavía amas a la otra persona, a pesar de que la relación se haya vuelto conflictiva o tóxica.

Lo primero que debes tener claro es si dar por terminada esa relación es lo mejor; necesitas preguntarte si ésta de plano ya no funciona ni tiene futuro o si aún hay lugar para darle una oportunidad; reflexiona si vale la pena darse un tiempo para decidir si pueden solucionar juntos los problemas o si lo mejor es tomar caminos separados. 

Un punto clave para tomar esa decisión es tu bienestar general, porque, si bien todas las relaciones pasan por etapas difíciles, si esos momentos se vuelven la constante y permanecer en la relación te causa estrés o compromete tu salud física, emocional o mental continuar ahí definitivamente no es la mejor opción.

Una vez que te has decidido y tienes claro que lo mejor para ambos es separarse, aquí te damos algunas recomendaciones que te ayudarán a hacer el proceso más llevadero.

1. Prepárate para la conversación y explica compasivamente tus razones. Piensa en cómo quieres comunicar por qué la relación no funciona. Elige un momento y un entorno neutrales en los que ambos puedan brindarse toda su atención y, con calma y compasión, explica tu sentir y los motivos que te llevaron a tomar la decisión de separarse.

2. Escucha lo que la otra persona tiene que decir. Una ruptura amistosa implica que ambas personas expresen su versión de los hechos, para que se sientan vistas y escuchadas aunque vayan por caminos separados. Ten presente que tu pareja puede sentirse herida o sorprendida, incluso si las banderas rojas llevan tiempo ahí. Muéstrate empático y abierto a escuchar y comprender sus sentimientos.

3. Reconoce tu parte de responsabilidad en la ruptura. Recuerda que las relaciones son cosa de dos y, en la mayoría de los casos, es probable que ambos hayan contribuido a las razones detrás de todo lo que condujo a la ruptura. Así que mantente abierto a ser responsable de tu parte en la ruptura.

4. Establece límites. Los límites pueden ser especialmente necesarios si continúan viviendo juntos un tiempo durante el proceso de ruptura, pero incluso si no viven juntos, pueden discutir cosas como no tener contacto, cómo manejarán verse si tienen hijos o amigos en común, o qué pasará si trabajan en el mismo lugar, etcétera.

5. Ten presente que una ruptura implica un duelo. A medida que la ruptura se vuelve real y la separación es inminente, es recomendable que te familiarices con las etapas del duelo, que son: conmoción, negación, negociación, enojo o ira, tristeza y dolor, aceptación y seguir adelante.

En algunos casos, se puede pasar a través de estas etapas linealmente, o bien, se puede pasar de una a otra varias veces, hasta por fin llegar a la aceptación y la capacidad de continuar con la vida. Además, cada persona atraviesa estas etapas a un ritmo diferente, por lo que los procesos de duelo tienen duraciones muy variables.

6. Evita espiar o contactar a tu ex en redes sociales. Lo mejor para superar una ruptura y seguir adelante es no tener contacto con tu ex. Este alejamiento debe durar por lo menos 60 días e incluye no enviar mensajes de texto, no llamar y no interactuar en las redes sociales.

7. Enfócate en ti y tu bienestar. Si hay un lado positivo de volver a la soltería, es que ahora puedes tomar todo el tiempo, el amor y la energía que estabas invirtiendo en la relación y devolvértelo a ti mismo. Recuerda que eres un ser completo y poderoso, y que no necesitas una relación para validarlo, así que dedica tu tiempo a tu autocuidado, a las cosas que te gustan y a todo lo que te dé alegría.

8. Busca el apoyo de tus seres queridos. Si la ruptura te abruma y te deja una sensación de soledad y vacío, tus seres queridos pueden ser tu mayor apoyo para superar esta etapa, ya sea que necesites una sesión de desahogo, un hombro para llorar o simplemente alguien con quien pasar tiempo y compartir cosas que te gustan. 

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9. Recurre a un profesional de la salud mental. No subestimes el impacto que una ruptura puede tener en tu vida y tu bienestar. Si sientes que el proceso de duelo es demasiado abrumador para vivirlo por tu cuenta, recurrir a la ayuda de un psicólogo, psiquiatra o terapeuta te puede ayudar a conectar mejor con tus emociones, a encontrar mecanismos de afrontamiento saludables y desaprender cualquier patrón o comportamiento que ya no te sirva.

Romper con alguien a quien amas es un proceso difícil y doloroso, que llevará tiempo superar y sanar, pero que te conducirá a reencontrarte con tu fuerza interior y con el amor propio que quizás estuviste dejando de lado mientras estuviste en esa relación.